Tras el fallecimiento de Almudena Grandes, en nuestro grupo de wasap hemos hecho algunos comentarios sobre la escritora. Al menos nos queda el wasap, ya que lo de volverse a ver para tomar unas cañas y hablar de lo que sea se está poniendo otra vez complicado. Pero bueno, al menos el wasap nos sirve para salir del paso y, para lo bueno y lo malo dejar constancia escrita de lo que opinamos. Este es nuestro homenaje a la escritora madrileña, homenaje que desde las instituciones le niegan.

Ernesto Ortega: Yo soy muy fan de Las edades de Lulu. A mí me hizo venir a Madrid para descubrir Malasaña.

Pablo Frías: Sólo he leído Las edades de Lulú, y fue a una edad muy impresionable. La frase sería que me mostró el erotismo desde una perspectiva femenina inédita para mí hasta entonces (aunque sería más honesto reconocer que envidiaba a esos Pablos de vida sexual mucho más entretenida que la mía  ).

Juan Santos: Yo empecé a leer Las edades de Lulú un verano en la playa, cuando mis hijos eran pequeños. Me lo dejé olvidado en el apartamento y no lo pude terminar. Me gustaría acabarlo algún día

Carlos Cerdán: Yo he leído Las edades… Y también Malena es nombre de tango, pero la que más recuerdo es la de Las edades

Susana de la Higuera: Yo he leído Los pacientes del doctor García y fue una revelación. No solo por la calidad literaria sino por el retrato de una época. ¡Qué poco se ha hablado y se habla de los nazis refugiados en España después de la guerra! Por cierto la película El sustituto, de Óscar Aiber, estrenada hace poco, está muy bien. Y pone los pelos de punta.

Porque la película está ambientada en 1982… y se celebraban fiestas en honor a Hitler

Luis Marín: Yo he leído bastante de, para mí, esta gran escritora y persona. Desde Las edades de Lulú a El corazón helado pasando por Los aires difíciles, Atlas de geografía humana y Los besos en el pan. Por supuesto, los cinco episodios de una guerra interminable que me parece que toca visiones diferentes en el tiempo y el espacio de una historia que nunca nos han querido contar. No todos sus libros son tan redondos como El corazón helado, como no puede ser de otra manera, pero en su conjunto se puede asegurar que fue una mujer consecuente y peleona. Tampoco sus columnas radiofónicas y las escritas dejaban indiferentes. En El corazón helado, el recorrido que hace por el Madrid de la glorieta de Bilbao, es muy descriptivo y entrañable.

Manuel Pozo: Confieso que no he leído nada de ella. Recuerdo la película Malena es un nombre de tango, y no me gustó mucho. Aunque Ariadna Gil estaba impresionante. De Almudena Grandes me gustan sus columnas en El País, hace poco publiqué una en mi Facebook que se titulaba Un euro.

Ernesto Ortega: A mí me gusta mucho este cuento: El vocabulario en los balcones, que tiene una historia muy bonita detrás, ya que está inspirado en el poema de su marido Aunque tú no lo sepas, que a su vez dio origen a la popular canción de Los secretos. Además, la canción que cantaban Los Secretos no era de ellos, sino de Quique González un cantautor madrileño. La gente la tenía tan asociada a Los Secretos que a él le daba vergüenza cantarla. Hasta que un día el propio Enrique Urquijo le invitó a cantarla con él en televisión para decir que era suya. Además, el cuento también fue adaptado al cine.

El vocabulario de los balcones. Almudena Grandes

Es una muestra de cómo en el arte unas obras pueden combinarse con otras. Un poema, un cuento, dos canciones y una peli.

Y para rematar en la peli Tengo ganas de ti, basada en el bestseller juvenil del italiano Federico Moccia, Clara Lago hace una versión preciosa de la canción.

Fernando Luis: Gracias, Ernesto, por descubrirnos aún más de esta gran mujer.

Pura de la Casa: De Almudena creo que solo he leído el libro de cuentos Modelos de mujer hace mil años. Quiero recordar que me gustó. También las Edades… Que, bueno… regulinchi. Y Malena lo abandoné a medias.

Cuando con los amigos quedamos los segundos en la Sonrisa Vertical, estaba Almudena en el jurado, y Berlanga… Simpatiquísima con nosotros, cercana, más maja… Me encantaba su posición ante la vida, rotunda, integra, pasional, me hubiera gustado, en ese sentido, parecerme a ella. Un modelo de Mujer para mí.

Nieves Sevilla: Yo no he leído mucho de ella, pero por lo que voy oyendo la mejor es El Corazón helado. Pienso leerla y con más interés después de lo que habéis contado.

Esmeralda Octavio: Yo me la encontré dos veces casi seguidas, no hace mucho. La primera vez fue en el teatro. Estábamos sentadas casi juntas, era el día de encuentro con los actores y estuvimos hablando y opinando de la obra. Otro día, algo después, la vi en un acto, no me acuerdo si fue la presentación de un libro o algo así. Yo la conocía de cara, pero no caía en quién era. Entonces, ya sabes cómo soy, me acerqué y se lo dije: “yo sé que te conozco de mucho, pero ahora mismo no caigo en quién eres”.  «Yo soy Almudena», me dijo. Y entonces sí, al oírla hablar, dije, huy, claro, Almudena Grandes. Entonces nos fuimos andando juntas un buen trecho, hasta que llegamos a un portal y me dijo. Yo me quedo aquí, vivo aquí. Nos dimos dos besos y nos despedimos.

Por PDV

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