Por: Juan Santos

Cuando llevamos varios días con el otoño alojado en las calles de Madrid, ayer al aula de la clase, llegó la primavera. Al primaduroveral Manuel  le ha salido un retoño. Se llama Víctor Manuel Pozo y vino a leernos su relato ganador. Bajo el título de Joaquín Sabina, su trabajo fue merecedor del premio revelación en el Certamen Literario  José Luis Gallego, creado por la Asociación de Vecinos de Aluche y en colaboración con la biblioteca pública “Ángel González”.

Aunque ya lo habíamos leído casi todos los presentes, fue un placer escucharlo de su voz y aplaudirle al terminar por la calidad en el fondo y la forma del relato, a pesar de su corta edad. Inspirado en un viaje con la banda sonora de Joaquín Sabina. Las primeras líneas ya enganchan:

Sabina“Acaba de finalizar el puente de marzo y la operación retorno hacia la capital ha comenzado. Un Citroën gris avanza lentamente, sumergido en uno de los inmensos atascos de la A4, con un matrimonio de cincuentones y sus mellizos adolescentes, que pasan por poco de los diecisiete. El padre va conduciendo con el codo apoyado en la ventanilla. Apenas avanzan. Van todos callados, escuchando, o haciendo que escuchan a Joaquín Sabina, cuya voz resuena en el interior del coche. Es la misma música que llevan en todos los viajes, la misma música de siempre. Las veintitrés canciones que se saben de memoria de tanto repetir el disco, grabado por el padre años atrás”.

Al terminar la lectura, el chaval agradecido y arropado por la mirada orgullosa de su padre, nos habló de sus inquietudes y sus gustos musicales, formándose en la sala un pequeño debate sobre el “rap”, esa música callejera que incorpora rima, ritmo y jerga, que a decir de algunos pierde autenticidad cuando se comercializa. Antes de marcharse, todos le animamos a que siguiera escribiendo y él nos prometió que sí.

Después nosotros, nos pusimos a lo nuestro. Tomó la palabra José Sainz de la Maza para leernos su wiki numero 5 titulado La Patria. Una vez más nos sumergimos en el mundo mágico que nos tiene acostumbrados.  En esta ocasión, un globo de nieve se pone en movimiento con el giro de muñeca de una niña, creando un mundo de ilusión. Ruby se siente reflejada en ella. El trasfondo de la Navidad y el desamparo, dan al relato un tono desolado no exento de belleza.

Bola de nieve III“¿Se trata de un simple recuerdo hasta hoy perdido? No, es otra cosa. Ruby siente que esa niña a quien llama Robeina, de algún modo es ella misma y que el episodio que presencia es una vivencia incuestionablemente suya, hasta el punto de que cree adivinar lo que piensa la pequeña en ese preciso instante: que los copos flotan porque son mágicos, que en la aldea del globo viven seres diminutos como hormigas y que su mano es tan poderosa como un rayo. Siente incluso, como si fuera en el suyo, que en el paladar de la pequeña Robeina persiste el regusto del chocolate caliente que está segura de que ha tomado en una pastelería del River-in-mall.”

Llegó el turno de estrenarse Elvira Lorenzo López. Nuevas incorporaciones de este tipo son las que nos gustan. La chica ha entrado con paso firme. Ayer nos sorprendió con dos relatos, uno cortito y otro más largo, de esos que hacen pensar. Primero leyó el titulado En unas horas, donde una hija se siente impasible ante la muerte de su padre.

“En realidad… ocultaban un hecho que cada uno guardaba de diferente manera: en el caso de ella, un profundo desconocimiento de su padre. La enfermedad había comenzado siendo pequeña, y se formó una idea de la figura de su padre a partir de los recuerdos y comentarios de su madre, sus hermanos…; no siempre positivos. En ese instante se sentía desorientada: no sentía dolor, o lo que ella pensaba que debía sentir una hija en una situación similar ante su padre moribundo. Esa apatía se mezclaba con momentos de pena y preocupación, y una aparente indiferencia…”

Pas_de_deux_C-438160670-mmedA continuación, en la extensión de un folio escaso y con el título de Pas de deux, nos habló del desdoblamiento de una persona al morir. Según ella, se trataba de un experimento de un trabajo anterior. Resultó interesante.

Sirva esta entrada para dar la bienvenida a Elvira o Veriel, como ella prefiera que la llamemos, después del nombre genérico de primaduroveral.

Todavía quedó tiempo para que Paco Plaza nos diera un avance de su relato de ucronía. Ya habrá tiempo de entrar en harina, pero en principio promete. Su Antonio González tendrá la suerte de vivir varias vidas alternativas, todas abocadas, excepto la última, a un mismo destino, o como vulgarmente se dice: “vayas por donde vayas, bocadillos de caballas”

Por PDV

6 comentarios en «Un invitado especial, una bola de nieve… y un «pas de deux»»
  1. Magnífica crónica, Juan!!!
    Gracias! Me ayuda a estar con vosotros aunque no esté. Físicamente hablando porque, en espíritu… todos los jueves os pienso y os acompaño.
    Enhorabuena Victor Manuel!!! 👏🏼👏🏼👏🏼

  2. Gracias por seguir haciendo estas crónicas, chicos, la verdad que se agradecen para ponernos al día cuando algunas veces no podemos ir. ¡Una pena no haber estado ayer! Prometían todas las lecturas, desde luego. Un abrazo.

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