Por: Luis Marín

¡La de imprevistos que surgen los días de análisis!

Haciendo un paréntesis en las wikis, hoy era el día elegido para el análisis de la novela de Henry James “Otra vuelta de tuerca”.

James, un escritor y crítico literario estadounidense, nacionalizado británico al final de su vida, conocido por sus novelas y relatos basados en la técnica del punto de vista que le permite el análisis psicológico de los personajes desde su interior.

Pues haciendo honor al título hemos dado vueltas y vueltas, como para haber cambiado cuatro ruedas al coche, en torno al autor y su novela.

Permítaseme alguna digresión para hacer honor a su estilo decimonónico, aunque seguro que no con el mismo acierto que él hubiera tenido. Por eso es un reconocido escritor y un servidor un simple y torpe aprendiz

Pero los que, con ánimo imperturbable, hemos acudido al taller, pertrechados de folios con esquemas, notas, incluso flechas que unían esas notas, hemos podido disfrutar del ambiente fantasmagórico que se ha introducido con la metaficción del texto.

Una historia que tiene su resolución en el magistral relato de un narrador, anónimo, homodiegético que nos introduce en un texto aún desconocido, con unos plumazos a grandes rasgos que preparan la piel para el encrespamiento que más adelante vamos a sentir con las aventuras de una institutriz de la que tampoco conocemos su nombre.

La institutriz, sus pupilos, un jefe que no quiere saber nada, en el más estricto sentido de la palabra, un ama de llaves (analfabeta), y un servicio que imaginamos que está ahí porque lo nombra la autodiegética narradora. Y a unos pasos del inicio un fantasma, o quizá una alucinación, un niño que parece bueno pero que no sabemos, ni sabremos, si lo es. Una princesita dulce a la que habrá que preservar del peligro y otro fantasma, o debería decir otra, que viste de negro y se presenta en lúgubres rincones ayudada por el temblor de la luz de las velas que ambientan con más fuerza el escenario.

Sería difícil una crónica más clarificadora sin hacer un “spoiler”, vamos sin destripar el cuento, que merece la pena ser leído desde la virginidad del conocimiento.

Nosotros, los que fuimos, lo hemos pasado muy bien compartiendo nuestros puntos de vista, no siempre coincidentes, de las historias.

Y como fantasmas, o almas en pena, continuamos nuestras discusiones en torno a una mesa, que hoy era mas reducida, y pesarosos por aquellos que se han perdido una tarde tan productiva.

Y yo me voy a digresionar el sueño y espero no entrar en insomnio con tanta vuelta…de tuerca.

Por PDV

9 comentarios en «Tarde de fantasmas»
  1. Excelente crónica, me ha encantado cómo has sabido imitar el estilo de Henry James, y cómo has transmitido el verdadero entusiasmo que nos llevó ayer a estar, por dos horas, debatiendo con todas nuestras ganas sobre Miles, Flora, Quint, Jessel y Douglas (pronunciado indistintamente como Michael o como Kirk, jaja), y sobre los sin-nombre, ocultos en el anonimato tal vez de una atrocidad. Me ha gustado especialmente lo mal pensada que me ha hecho sentir el libro, como para ponerme en mi lugar y decirme: ¿lo ves? ¿ves cómo siempre le estás dando una vuelta de tuerca a todo? Y, bueno, por último, una velada fenomenal por lo que siempre digo cuando hay un análisis: hay un antes y un después en la forma en que se ve un libro cuando se estudia en nuestras clases. Te cambia la mirada y va más allá. ¡Gracias por disgregar sabiduría, Luis!

  2. Qué razón Luis yo sin haberlo leído he estado toda la noche desasosegada agujereando de tantas vueltas de tuerca el colchón. Y esta mañana, en mi descanso del desayuno qué he hecho? Irme a comprar el libro
    Gracias por tu crónica

  3. Muy bueno Luis. Y voy aprovechar la ocasión para dejar constancia, para la posteridad, de una fabulosa aliteración que se te ocurrió en la espera de las cervezas, supongo que acuciado por presiones hidráulicas que había que aligerar para dejar paso al dorado elixir. Aquí va:

    La próstata protesta presta si no la presto pronta atención.

    Genial, además, como apuntaba el inclito José, la terminación en sonoro agudo como trueno final tras un repique de tambor.

  4. Muy bueno Luis. Y voy a aprovechar la ocasión para dejar constancia, para la posteridad, de una fabulosa aliteración que se te ocurrió en la espera de las cervezas, supongo que acuciado por presiones hidráulicas que había que aligerar para dejar paso al dorado elixir. Aquí va:

    La próstata protesta presta si no la presto pronta atención.

    Genial, además, como apuntaba el inclito José, la terminación en sonoro agudo como trueno final tras un repique de tambor.

  5. Vamos a ver, ¿has hecho tu crónica directamente sobre lo que se dijo en el taller, desde un manuscrito original o a partir de un documento que reescribió lo que inicialmente se escribió? Parece una tontería, pero obviamente no lo es.

  6. Jose, me has pillado, ahora no sé si son notas sobre en manuscrito original o producto de haber bajado solo por calles con poca iluminación y escaparates que devolvían, a veces,mi propia imagen, y otras me obligaban a correr unos metros para que Quint y Jessel no se apoderarán de mi. También pudo ser una ensoñación. En fin, tu pregunta queda en el aire.

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