Por: Carlos Cerdán

No hay frontera que pare la actividad del taller, los relatos las traspasan. Este jueves hemos vuelto a vernos las caras a través de las pantallas, ya queda menos para hacerlo en persona, de hecho ya hemos hablado de ello, pero, tiempo al tiempo, que todo llegará.

Hemos empezado con un relato de Juan Santos Cuando el principio es el fin”. Una sugerente idea que nos cuenta el desvivir de una pareja. Como su futuro es su pasado, igual que si retrasaran las agujas de un reloj van desandando su vida hasta llegar al momento de su nacimiento. Un valiente ejercicio que todos valoramos, una historia entrañable que Juan promete revisar, pues algunas partes de su historia ofrecen dudas si recuerdan su pasado o no. Bravo por Juan.

Presiento que el beso que acabo de darle a mi novia ha sido el primero. Estoy en la discoteca bailando con ella, y me duele pensar que un mes atrás, no la habré conocido. Pero es ley de vida: los que desmorimos un día, vamos perdiendo experiencias y ganando ignorancias en el inexorable camino que nos lleva al nacimiento”

Seguimos con Lourdes Chorro y su historia “Antes y ahora”. Ya el título de su cuento nos anticipaba lo que más tarde debatiríamos, pero no nos adelantemos. Narrado en primera persona una mujer nos cuenta el reencuentro con un antiguo novio con el que no  se quiso casar y las sensaciones que despierta en ella. La historia parece tener dos partes; la primera escrita con cierta sencillez y la segunda más abigarrada conforme a su estilo actual. Lo que nos llevó a preguntar a Lourdes si era uno de esos relatos que ella tiene guardados en su cajón. Sonriente y en silencio nos dejó divagar sobre el tema y después nos confesó que ya lo tenía escrito hacía tiempo y que actualizó el final, como ya digo el título nos daba una pista que no supimos ver. 

“…Me pareció que era él a lo lejos. Me quité las, gafas de sol para ver con más claridad.  Me fui acercando y no me quedaron dudas, era él. Ese cuerpo que había admirado de lejos era él. No le recordaba así. Hacía seis años que no nos veíamos, desde que se casó, y le encontré extrañamente irresistible. Más maduro, treintañero. Una edad ideal para chicos.” 

Terminamos la tarde con José Miguel Espinar y su reflexión filosófica “Fronteras”. Un tema complejo que dio para debatir sobre fronteras físicas y fronteras interiores. Un texto con dos pinceladas literarias muy acertadas y una poesía final de Jorge Debravo titulada “Nocturno sin patria”.

Hace mucho que descubrimos otras fronteras, las que están dentro de nosotros, algunas que nos encarcelan, las que caen y las que aparecen inexpugnables y las que se abren sencillamente a nuestro paso, invitándonos a pasar.”

La música, al hilo de lo tratado, viene hoy de la mano del grupo La Frontera y su tema «Límites»

Y con el deseo de poner tomarnos unas cervezas juntos de nuevo, acabamos otra interesante tarde virtual.

Por PDV

7 comentarios en «Sin fronteras»
  1. Gracias por la crónica Carlos. El relato de Juan me pareció un texto muy valiente y que requiere un esfuerzo y atención muy especiales. Y que no se preocupe que también hay errores en la pelicula del Caso de Benjamin Button. El relato de Lourdes muy suyo y muy buen reflejo de esas relaciones que pudieron ser y no fueron. Y qué decir del relato de Jose Miguel, perfecto en sus reflexiones, una pena que se prodigue tan poco, La elección de la poesía y de la canción perfectas también. Esta vez la poesía se entiende. ;-). Siento haberme perdido el taller.

  2. Como quien no quiere la cosa, vamos llegando al final de este curso atípico. Hemos sufrido un fuerte socavón, pero vamos remontando sus fronteras con amores del pasado y con el tiempo que no se sabe si va o viene. Muy bien, Carlos.

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