REMAKE

Una charla con Diego Rinoski. Por Luis Marín.

Por tercer año consecutivo, el taller de creación literaria de la Asociación Primaduroverales dirigido por Pura Simona de la Casa, ha participado en la antología de relatos editada por RELEE (red libre ediciones) que se presentó en el mes de diciembre del pasado año.

Y como en otras tantas ocasiones, un relato de nuestro compañero Diego Rinoski fue seleccionado para formar parte del libro. En la edición 2018 Diego nos ha dedicado un cuento con la banda sonora de fondo de “Se me olvidó otra vez” del grupo mejicano Maná. Su relato se titula Remake.

Pregunta: Ante todo, enhorabuena por tu acierto. Tres de tres.

Respuesta: Gracias, Luis, en parte la culpa es vuestra, quiero decir, de Pura y de los buenos ratos que hemos pasado en el taller de escritura.

P: Siempre has dicho que te sientes más cómodo en el relato corto (de una o dos páginas). Sin embargo, en las tres antologías en las que has publicado has tenido que incrementar el tamaño. ¿Te ha costado renunciar a la síntesis habitual?

R: Sí, me ha costado, sobre todo en este último cuento. Cuando se lo envié a Pura la primera vez no llegaba a la extensión que se pedía, y ella me dijo, haz que llegue, y eso es lo que hice, engordé el texto a base de palabras ricas en grasas saturadas. Sin embargo, en los dos anteriores utilicé algunas artimañas como el monólogo interior y la división de un cuento largo en varios cuentos más pequeños.

P: En la velada de presentación dijiste, desde el escenario, que no te gusta el tipo de música que utilizaste como fondo de tu cuento. ¿Lo decías como autor o como el personaje de tu historia?

R: En este caso, el autor y el personaje comparten gustos musicales, así que lo dije en nombre de los dos.

P: El personaje masculino de tu historia aparece como una persona indolente, que consume los días frente a un televisor con programas de naturaleza y que sueña su vida. ¿Crees que es una característica real de la juventud actual?

R: Pues no lo sé, en cualquier caso, el documental aparece en el cuento porque es la hora de la siesta y todo el mundo sabe que la voz en off y el ruido de la naturaleza de fondo propicia la caída de los párpados. En cuanto a soñar la vida, creo que es una característica de la juventud, pero no solo de la actual. Lo que pasa es que luego uno se va haciendo mayor y los recuerdos se apoderan de los sueños. No obstante, intento por todos los medios que eso no ocurra, por eso me declaro acérrimo partidario de los soñadores, sin importar su edad.

P: Sueño erótico e inmigración. ¿No te tembló la mano con la que está cayendo?

R: Admito que esos temas son delicados en estos momentos, pero el tratamiento que les doy en el texto no llama a la polémica, no creo que despierte muchas suspicacias. También es verdad que ahora, cuando se escribe ficción es inevitable autocensurarse por el qué dirán, pero no debería ser así, gozamos de una libertad entre comillas porque se está viendo coartada con las redes sociales en las que todo el mundo opina. De cualquier forma, estoy fuera de ese mundo virtual, así que suelo escribir sobre los temas que me apetecen sin cortapisas.

P: Tú que has escrito en el blog Cuentos como churros a partir de una imagen, después de esta experiencia ¿utilizarías la música como inspiración?

R: La inspiración puede llegarte con mil disfraces diferentes y yo estoy abierto a todos ellos. Es cierto que la música también ayuda, de hecho, mi primera opción no fue “Remake”. Yo quería escribir un cuento basándome en una canción de Kiko Veneno que me gusta mucho y que se titula “La casa cuartel”, la canción habla de un guardia civil que vive con su esposa y sus hijos en una casa cuartel y, por lo que sea, no encaja allí y quiere marcharse. Pero me di cuenta de que no tenía ni idea de cómo es la vida en un cuartel y tuve que cambiar de tercio. Por eso en “Remake”, la canción de Maná opera como una simple herramienta para que avance la trama, y no como referente inspirador.

P: ¿Qué importancia crees que tiene la química en las relaciones personales?

R: Pues toda, o casi toda. Lo que llamamos amor, la etapa del enamoramiento, incluso el cariño, todo tiene su traducción a nivel biológico. Con esto no quiero decir que seamos autómatas o cien por cien previsibles, pero sí más de lo que nos pensamos. En mi cuento, no se dan las circunstancias para que el cerebro segregue esas sustancias que ponen en marcha la maquinaria habitual, y la relación al final se marchita antes de brotar, pero nadie se rasga las vestiduras, son cosas que pasan y ya está, la vida sigue. Es una historia de amor que nunca fue, un simulacro, un “Remake” de lo que pudo haber sido.

Diego de la Fuente Alcocer, (Diego Rinoski) es coautor de los libros Arritmias, Error 404 e Incómodos, publicados por la editorial Relee. También es coautor del libro 2056 Anno Domini. Es miembro de la asociación Primaduroverales.

 

 

Luis Marín es miembro de la asociación Primaduroverales y coautor de los libros de relatos Madrid Sky y 2056 Anno Domini.

Por PDV

Un comentario en «Remake. Un relato de Diego Rinoski. Entrevista.»

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