Por: Carlos Cerdán

A veces, cuando no hay muchos textos propios, analizamos algún relato que Pura nos indica. Suelen ser cuentos complejos que requieren más de una lectura para luego diseccionarlos y sacar toda su esencia. Este jueves tuvimos una buena muestra de ello.

Bueno, como he empezado la crónica “in media res” retrocedemos al principio de la tarde. Empezamos con el relato de Paco Plaza, titulado “El dinero para Anita”. La historia de una abuela que ejerce de mula y decide dejarlo. Sabe que los narcos no lo consentirán y urde un plan para conseguirlo. Con buen ritmo mantiene la tensión hasta el final. El narrador omnisciente, uno de los requisitos del relato, se queda un tanto a ras de tierra pues focaliza sobre todo en la protagonista. Y, cómo Pura nos tiene dicho, el omnisciente debe volar por encima de todo y de todos ¡Qué difícil!

Había decidido que ese día, inesperadamente nevado, sería el último en el que iba a pasar perico por la frontera. Anita, su nieta, pronto cumpliría catorce años y terminaría por darse cuenta de que la abuela andaba metida en algo raro.”

Después, como en el circo, el más difícil todavía: un narrador en primera persona, tumbado en la cama y con dos versos de un poema del Rilke. Pero eso no fue obstáculo para que Luis Marín, con su historia “No me esperes”, lo sacara adelante con brillantez. Nos cuenta las dudas o el miedo de su protagonista que le surgen antes de fugarse con su amada, que es la mujer de su amigo.

“Si acudiera a la cita, un futuro dichoso se abriría ante nosotros. Pero ¿acaso lo merecemos? ¿Se puede construir la felicidad sobre los cimientos de la mentira y la traición?”

Y, tras la pausa, nos pusimos con la lección de anatomía literaria. En esta ocasión diseccionamos el cuento de la escritora canadiense Mavis Gallant, titulado “Voces perdidas en la nieve”. Un texto nada fácil de leer. Lo abrimos en canal  y lo dividimos por partes: narrador, estructura y trama, tiempo, espacio y personajes. Y, con maestría, Pura nos fue descubriendo las maravillas que contiene la historia y que a muchos de nosotros, sin esa luz, nos cuesta ver. 

En resumen, otra tarde llena de buena literatura que nos reconforta de las muchas desdichas que nos abruman en estos días.

Por PDV

4 comentarios en «Narcos, dudas y una disección literaria»
  1. Voluntariosa crónica. Concreta y objetiva. Digna de nuestro administrador de las crónicas » días de taller».
    GRACIAS DON CARLOS.

  2. Buena crónica, Carlos. Así fue. Yo personalmente, leeré por tercera vez «Voces perdidas en la nieve» que seguro que, después de las explicaciones de Pura, le saco más provecho.

  3. Sí, fue una tarde de buenos viajes literarios. En un Megan, el viaje perdido en calesa, en tren, en tranvía… Ay, los viajes perdidos o no. Gracias Carlos.

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