Por Manuel Pozo Gómez.
Rosa Huertas es una escritora valiente. Es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia. Ha dedicado su vida a la enseñanza de la lengua y de la literatura, especializándose en la literatura juvenil. Ha publicado más de quince libros infantiles y juveniles y ha obtenido los premios más importantes de la literatura juvenil.
Pero en 2019 su obra ha dado un salto significativo al salir a la luz su primera novela fuera del ámbito juvenil. Se titula Mujeres que leían (Ed. Sílex. Colección Tres hermanas). Mujeres que leían se podía haber titulado igualmente mujeres que cantaban, mujeres que pintaban, mujeres que tocaban el piano o mujeres que bailaban, porque la novela de Rosa Huertas es un homenaje a todas aquellas mujeres que vivieron la posguerra, que tenían inquietudes, que soñaban con ser algo más que lo que el destino les había marcado, pero que tuvieron que conformarse con ser esposas y madres.
Rosa narra en definitiva la vida de su madre, y al narrar la vida de su madre narra la de todas las mujeres de esa generación que hoy tienen alrededor de ochenta años. Por eso digo que Rosa Huertas es una escritora valiente, porque ha sido capaz de dejar atrás un género en el que se siente cómoda para escribir una novela comprometida, intimista y difícil. Ella puede estar satisfecha porque ha rendido a su madre el homenaje que todos debemos a las nuestras, y que muchos no somos capaces o no encontramos el momento de hacer. Nada nos compensará ese vacío si no lo hacemos. Rosa Huertas lo ha hecho con una novela en la que destaca el juego de narradores, con la voz de la protagonista, que es ella misma, y la de su madre, que le sirve de espejo al leer y opinar de lo que la autora ha escrito sobre ella. Son conversaciones de una hija con su madre llenas de ternura y sensibilidad que sirven para reconstruir la vida de una generación, la generación de la posguerra. Mujeres que leían es una novela deliciosa que dignifica a la autora. Escribo esta entrada en la época de confinamiento, en la que están muriendo tantas y tantas personas mayores víctimas del COVID19. Habrá que ver cuántos somos capaces de honrar a nuestros mayores igual que Rosa lo ha hecho con su madre, con la generación de su madre.
Rosa Huertas ha ganado entre otros premios el Premio Hache de Literatura Juvenil 2011 con la novela Mala Luna (Edelvives) y el X Premio Alandar de Literatura juvenil (2010) con Tuerto, maldito y enamorado. En 2015 resultó ganadora del premio Ciudad de Cartagena de Novela Histórica por Theotocópuli. Bajo la sombra del Greco. En 2017 el XIV Premio Anaya por La sonrisa de los peces de piedra, y en 2018 el premio Azagal por Prisioneros de lo invisible.
Manuel Pozo Gómez es autor del libro de relatos Violeta sabe a café, (Premium editorial) y coautor, entre otros, de los libros Madrid Sky, (Uno Editorial); Cuéntame un gol, cuentos de fútbol (Verbum editorial) y Magerit. Relatos de una ciudad futura (Verbum editorial), y RRetratos HHumanos (editorial Kolima).