Por Juan Santos Santos.

La publicación del libro Magerit. Relatos de una ciudad futura, de la editorial Verbum, ha reactivado la notoriedad, en estos afanes literarios, de diez viejos amigos entre los que se encuentran varios compañeros de nuestra asociación. Imaginar cómo se vivirá en Madrid dentro de trescientos años y que sea creíble, no es tarea fácil, pero estos magníficos escritores lo han conseguido en diez fantásticos relatos.

Julio Rodríguez Díaz es uno de los autores-profetas de esta aventura. Aunque la entrevista de hoy obedece a su faceta de escritor, no sería justo obviar una pequeña reseña a su relevancia profesional como Director de la Red de Mentoring de España y como socio de Avanda Comunicación, con proyectos de formación en nuestro país y en Latinoamérica. Cargos empresariales que le han llevado a participar, en varios programas de radio y televisión.

Sé que tu modestia quita importancia a sus éxitos profesionales, pero era preciso recordarlos para hacerte la primera pregunta.

Conociendo tu intensa vida laboral. ¿Cómo te organizas? ¿De dónde sacas tiempo para escribir relatos?

Soy muy disciplinado con mis horarios, no asisto a reuniones si no es realmente necesario, suelo priorizar, planifico todos los lunes la semana, soy muy organizado con mis cosas. Si vieses mi armario encontrarías toda mi ropa colocada por tipos y colores, clasifico todos mis documentos, la clave creo que está en el orden, me permite ser muy eficiente cuando quiero hacer algo, no soporto perder el tiempo. El tener claro lo que es importante y lo que no le permite a uno encontrar tiempo para aquellas cosas que le apasionan. Siempre llevo conmigo en el bolsillo una libreta y un bolígrafo, cualquier lugar es bueno para trazar una historia, completar una reflexión, esbozar un personaje, inventar un diálogo. Aprovecho para escribir en los aeropuertos, en los aviones, en los trenes, mientras espero para una reunión… Es cuestión también de levantarse temprano, me siento mucho más fresco, centro mis esfuerzos en aquellas cosas que me gusta hacer, cuando unes pasión y trabajo la productividad se multiplica.

Nos has dicho otras veces haber encontrado una relación mágica entre el arte de comunicar que es tu profesión y el de crear historias que es tu afición. ¿Significa esto que cuando te enfrentas por primera vez a un grupo de profesionales o empresarios, los consideras como una hoja en blanco?

Cuando tengo que dar una conferencia o un curso, siempre me tenso, aunque domine el tema, aunque lo haya preparado en profundidad, siempre noto ese cosquilleo en el estómago. Creo que eso es una muestra de respeto a la audiencia, es lo que llaman en teatro el “miedo escénico”, es una manera de estimular el “stress positivo” que te obliga a ordenar bien tus ideas y a sacar lo mejor de uno mismo en cada situación, es el precipicio de la hoja en blanco del escritor. Desde niño siempre me ha gustado hablar en público y escribir relatos. Hace bastantes años, cuando me estaba formando en oratoria y en creación literaria descubrí en la biblioteca de Oviedo que los libros de ambas disciplinas estaban en la misma estantería, incluso tenían el mismo código genérico. Fue entonces cuando algo se conectó mágicamente momento en mi cabeza. Siempre he sabido que la mejor manera de llegar al corazón de las personas era una buena historia, que si quería conectar con mi audiencia tenía que ser capaz de construir relatos que ejemplificasen mis ideas. Ahí se unió todo. Siempre empiezo mis conferencias con una buena historia, armo mis discursos como si fuesen verdaderos relatos, sazono mis charlas con ejemplos, metáforas, símiles. Cuando tengo una idea tengo que encontrar la mejor manera de hacerla llegar a mi audiencia. Tengo que contarla de forma sugestiva, incluso sorprendente. Una buena historia es la manera de que nuestra idea sea recordada y reconocida por encima de las demás. A la gente le gusta que le cuenten historias. No tengo duda que la distancia más corta entre el hombre y la verdad está ahí, en una buena historia.

Recuerdo que en tu relato titulado El funeral incluido en el libro de RRelatos HHumanos aparece un sacerdote dando un sermón. Ahora en este de Magerit titulado Me confieso, escrito en primera persona, veo que el interlocutor es también un sacerdote. ¿Este recurso eclesiástico es casual o tiene algo que ver con tu paso de estudiante por los maristas de Oviedo?

Es un recurso que utilizo a menudo como vehículo para que el narrador o incluso el escritor diga lo que quiere decir, para que transmita su mensaje de una manera contundente sin romper el relato. Es una manera de conectar lo superior con lo mundano. Si todavía dudas del poder de las metáforas ojea la Biblia, hace más de dos mil años que alguien lo tuvo claro.

En Magerit dices “el tren parecía volar sobre lagunas de agua putrefacta”, Madrid ha sufrido una transformación, está inundada y desconocida, sin embargo la condición humana parece que no ha cambiado. Se sigue matando por celos y tu personaje recurre a un confesor. ¿No crees que para esas fechas, la liberación de la mujer será tan grande que no existirán los celos?

Lo del agua putrefacta creo que no habrá que esperar trescientos años para que se produzca. Por desgracia el hombre nos estamos cargando el planeta a pasos agigantados. En cuanto a los celos no creo que sea algo que vaya a desaparecer. Los sentimientos son parte de nuestro ser como personas. La tristeza, la alegría, la ira, el miedo… son sentimientos que nos definen como individuos y que nos han acompañado a lo largo de nuestra historia como seres humanos. Creo que en entornos futuristas y más sofisticados la esencia que hay en historias de hoy se repetirán. En cuanto a la equidad entre sexos no dudo que se dará y espero que no haya que esperar 300 años. El talento no tiene género y la mujer tiene derecho a las mismas oportunidades que el hombre. Tú sabes que yo estoy muy comprometido con esta causa, a través de asociaciones como EJECON. Creo que se están dando pasos importantes por esta equidad, pero aún nos queda mucho por lograr.

¿No crees que la nueva sociedad pasa de Religión y que para esa época futura habrá desaparecido la Iglesia y su jerarquía?

No confundamos la religión con la Iglesia y su jerarquía. Yo sí creo en un espíritu bueno, en la gente generosa que ayuda a los demás. El ser humano es espiritual y eso, por mucho que cambie la sociedad, evolucione el mundo o se sofistique la vida va a hacer que el sentimiento y la búsqueda de un ser superior siempre vaya a estar presente.

Es el segundo cuento que te publica la Editorial Verbum. ¿Crees que le resulta difícil a un escritor novel abrirse camino en el mundo editorial?

Creo que no es difícil. Se trata de generar proyectos interesantes con manuscritos de calidad y con compañeros de viaje comprometidos. Hay varias editoriales dispuestas a publicar trabajos de varios autores. Verbum es una editorial que desde hace tiempo cree en nosotros y todos los años nos pide algún trabajo. La cuestión es conformar un buen equipo, desarrollar un buen material y saber venderlo. Hay muchas oportunidades y hay que saber aprovecharlas.

Me consta que llevas en tu corazón a tu Asturias natal y que sientes debilidad por la tierra Azteca. ¿Te gustaría escribir un relato futurista sobre Oviedit o Mexiquit. Relatos de una ciudad futura o prefieres que no se deterioren ni pase el tiempo por ellos?

Ja, ja, ja… Presumo de ser asturiano y ser bilingüe mexicano. Oviedo es la ciudad donde nací y estudié hasta terminar la universidad. Las cosas hoy no van muy bien económicamente por mi tierra. Cada vez hay menos trabajo, la gente emigra y la población envejece. Yo quiero pensar que esto en varias décadas va a cambiar. Me imagino una Asturias verde y virgen, con una industria limpia y global, un oasis natural en un mundo degradado y contaminado. El clima está cambiando, mi tierra será el futuro para los que busquen paisajes perdidos y climas suaves. México es la eterna promesa. Un país muy joven con muchos recursos. El mexicano es emprendedor y tiene una personalidad arrolladora. Me imagino un país con igualdad de oportunidades, una potencia mundial. Claro que no quiero que se deterioren ninguna de las dos ciudades, el tiempo pasará inexorablemente para ambas, pero quiero pensar que será para bien.

Estuve en la presentación del libro y no me canso de felicitaros a ti y a todos los autores que participasteis en ella, por lo original y graciosa que resultó. ¿Lo habéis vuelto a presentar en algún sitio más con la misma indumentaria y pensáis hacerlo?

Es cierto que no fue una presentación típica. Que los autores nos disfrazásemos de nuestro personaje fue una idea loca que dio buen resultado. Estamos un poco cansados de las típicas presentaciones aburridas donde el escritor trata de demostrar con palabras sesudas lo mucho que sabe, con preguntas aburridas y monólogos narcisistas. Yo iba de muerto, había un cazador de asteroides, un agricultor atecnológico, un forajido, un doctor futurista… La idea de disfrazarnos del protagonista de nuestro relato surgió una tarde durante una comida. Tengo que reconocer que después de proponer la idea y que todo el mundo se entusiasmase con ella tuve mis dudas, pero fue un éxito. Con la puesta en escena doy fe de que el público se divirtió mucho. Lo realmente divertido fue la preparación del evento. Nos comportábamos como niños entusiasmados con la función de fin de curso. La creatividad, los diálogos, el guion, la planificación de los disfraces. Todavía me sigo riendo cuando lo recuerdo. Creo que ha habido un antes y un después en las presentaciones de nuestros libros después de este evento. Este hecho nos unió mucho a los autores. Sin duda repetiremos.

Después de Magerit ha llegado un nuevo proyecto, RRetratos HHumanos, que es la continuación de RRelatos HHumanos. ¿Ha sido difícil retomar aquel libro para hacer una segunda parte?

Lo que todo empezó como un proyecto entre un grupo de conocidos con afición a la escritura terminó siendo un  libro con más de 2500 ejemplares vendidos, con diferentes presentaciones en España y Latinoamérica y con un equipo de alto rendimiento muy cohesionado y de buenos amigos. Con una primera parte así, la segunda no fue nada fácil. El primero salió casi de forma natural, el segundo exigió mucho más esfuerzo. El nivel de exigencia ha sido mucho mayor y reconozco que a mí en particular me costó mucho más trabajo darle forma a mi relato. Las pautas de nuestro coordinador literario me ayudaron mucho pero, aun así, me resultó difícil dar continuidad a un personaje con los problemas y desgracias que le habían sucedido. El lector decidirá el resultado, siento que es un relato triste con una luz de esperanza tenue que se ilumina al final.

¿Qué es RRetratos HHumanos?

El mismo título lo dice, es un retrato de diferentes personajes que conforman una empresa, de historias que conforman el día a día de una organización. Hay una creencia en varios pueblos indígenas americanos y es que cuando te hacen una foto te roban parte de tu alma. Este libro, cada uno de los relatos que lo conforman, son sin duda, una parte del alma de sus autores. Los escritores somos profesionales muy vinculados al mundo de los mal llamados recursos humanos de las empresas. Nosotros, con este libro, abogamos más por la persona que por los recursos. Siento que la sociedad está demasiado mercantilizada y volver a la esencia misma de las organizaciones es una manera de poner en valor lo realmente importante: las personas que las conforman. Es un libro de valores, es un viaje al corazón mismo de la empresa.

Este libro habla de las tensiones que experimentan los ejecutivos que deciden entre lo correcto e incorrecto, de las tentaciones, de lo que sienten las personas que sufren, de las tragedias del día a día, del egoísmo y de la generosidad, de las decisiones que nunca se toman ¿Por qué tenemos que esperar a que la vida nos dé golpes traumáticos para ser conscientes de lo que sí merece la pena y lo que no? ¿Alguien en su lecho de muerte se ha arrepentido de no haber trabajado más horas en la vida?

La presentación de RRetratos HHumanos en Castellana 81 fue extraordinaria. ¿Qué esperas de este nuevo libro? ¿Qué recorrido tiene?

El placer está en el camino andado, el propósito en sí está en este maravilloso viaje que hemos hecho juntos todos los autores. Ahora, con nuestro trabajo ya publicado, queda otra parte muy bonita del oficio de escritor: las presentaciones, las entrevistas, las reseñas, los coloquios, la firma de ejemplares en la Feria del Libro… Yo esta parte la disfruto mucho. Es un momento único para estar con los buenos amigos, con el resto de los autores. Sin duda es la parte más divertida de la literatura, el contacto con tus lectores, la crítica, las redes sociales.

Aún queda mucho por recorrer, presentaremos el libro aprovechando mis viajes a Latinoamérica en México, República Dominicana, Chile… Es un libro que aborda temas universales. La primera parte gustó mucho y esta segunda estoy seguro que entusiasmará aún más a nuestros lectores.

Julio Rodríguez en el centro. Presentación de RRetratos HHumanos.

¿Crees que a los cuentos se les considera literatura de “género menor”?

No, para nada. Es cierto que se lee poco, que vivimos en un mundo que nos bombardea a diario con información y material para leer. El relato corto es un género que se adapta muy bien a esta sociedad de la inmediatez, del todo rápido y para ahora. Un relato se lee en 15 minutos máximo, es ideal para hacerlo antes de dormir, en un descanso, mientras te tomas un café, en el metro, en un tren. No requiere horas de concentración. Se puede leer desde el móvil sin gran esfuerzo. A las nuevas generaciones les gustan las historias, siento que es un género que cada vez toma más y más fuerza.

¿Crees que el cuento requiere un lector mucho más formado?

Siento que no, ya que el esfuerzo en términos de tiempo es menor. El lector quiere historias poco sofisticadas, ágiles, que se entiendan bien, con un final que sorprenda y sobre todo que se lean rápido. Siento que este genero se adapta muy bien a la impaciencia y la dispersión de las nuevas generaciones.

Y para terminar ¿Estás deseando de jubilarte para dedicarte por completo a escribir o estás satisfecho con el tiempo que le dedicas?

No creo que haya que jubilarse para escribir más, incluso te diría que es al contrario. Cuanto más tiempo tiene uno, menos escribe. La tensión del día a día, el correr de un lugar para otro, el viajar continuamente, la presión de los proyectos que hago me hace ser más y más productivo. Parece una paradoja, pero es así: cuanto más tengo que hacer más escribo. Es como si mi capacidad se multiplicase de forma exponencial. No sé si a todos les sucede lo mismo, pero a mí sí. Necesito movimiento para sacar lo máximo de mí mismo. Te hablo de escribir relatos cortos, quizás una novela sería diferente. El viajar, hablar con gente, dar cursos, tener reuniones, salir en la radio, gestionar a mi equipo… me convierten en un cazador de historias del día a día, algo que nutre con fuerza mi creatividad literaria.

¿Te gustaría añadir algo que no te he preguntado?

Que tengo nuevos proyectos literarios en marcha. En breve estaré firmando en la Feria del Libro RRetratos HHumanos, un viaje al corazón de la empresa (Editorial Kolima). Nuestra asociación Primaduroverales cada vez tiene más iniciativas de valor. Mis hijos crecen. La Red de Mentoring de España se sigue expandiendo por Iberoamérica. Rodeado de buenos amigos y gente que quiero mucho. Los años pasan y la ilusión y las ganas de hacer cosas sigue intacta, más aún te diría que va en aumento. Todo influye. No tengo duda que la felicidad responde a un formula, te invito a que pienses en ella: es la diferencia entre lo que la vida te da y lo que tú crees que la vida te debe (FELICIDAD = LA VIDA ME DA – LA VIDA CREO QUE ME DEBE). Yo siento que la vida me debe poco y me da mucho. Eso me mantiene permanentemente satisfecho y me permite hacer un justo balance.

Gracias por tu cariñosa entrevista y por tiempo, Juan.

Julio Rodríguez participará en la presentación de RRetratos HHumanos el viernes 31 de mayo.

Juan Santos Santos es miembro de la asociación Primaduroverales. Es coautor de los libros 2056 Anno Domini y Error 404, antología de relatos sobre la perplejidad tecnológica. En 2017 resultó ganador del certamen literario Letras Pajaronas.

Por PDV

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