Lourdes Chorro Capilla, miembro de la asociación Primaduroverales, conversa con Sara Nieto Yuste, tercer premio de la VIII edición del certamen literario Madrid Sky. En una entrevista modélica Lourdes y Sara han conectado por una tierra común, Extremadura, por una profesión que las une y, sobre todo, por el amor a los libros. Para mí ha sido un auténtico placer sentirme espectador de la charla de estas dos mujeres fantásticas. Espero que lo sea también para el lector.
Sara Nieto Yuste es bibliotecaria. La afición a la lectura le viene de pequeña, y ha tenido la suerte de poder trabajar en la Biblioteca Nacional para poder seguir pegada a los libros, su gran pasión. Administra el blog Cuentos contigo.
Con el relato Zapping ha obtenido el tercer premio de la VIII edición del certamen Madrid Sky.
Una entrevista de Lourdes Chorro Capilla.
Yo pensaba hacer un crucerito estival por tu blog, pero tiré el ancla por la borda y he atravesado las veredas pedregosas de los canchales de Extremadura, he metido los pies en un arroyo y se me han saltado las lágrimas al leer la descripción de tu padre.
- En tus escritos ¿qué hay de las vivencias de esa niña con raíces extremeñas?
Nada y todo al mismo tiempo. Nada porque a pesar de que me gusta utilizar la narración en primera persona ya que es algo que da más verosimilitud y cercanía a las historias y me permite profundizar en el plano emocional del protagonista, no necesariamente son todos escritos autobiográficos. Esto es algo que mucha gente tiende a confundir. Pero no voy a negar que hay mucho de vivencias personales que me ayudan a construir los relatos. Es indudable que me inspiro en mis veranos infantiles, veranos extremeños los llamo yo, y también en las imágenes, sensaciones, acentos, experiencias y anécdotas vividas y oídas durante ese tiempo en el que la mente de un niño es totalmente permeable.
- En el islote de tierra de tu blog he descubierto una palmera de nostalgia y un cocotero de melancolía, ¿Dónde han quedado tus derroches de asombro ante la primavera de la vida?
Difícil pregunta la que me planteas, Lourdes. Sí, es cierto que mi escritura está teñida de un halo de nostalgia. Cuando comencé a escribir, en mi más tierna juventud, lo hice acercándome a la poesía (algo que es bastante común en los amantes de la escritura). Desde entonces no he podido desprenderme de esa niebla melancólica en la mirada. Pero también puede ser debido precisamente a la añoranza de ese asombro del que hablas. Me refiero, y vuelvo otra vez a conectar con ese mundo infantil, al momento donde sí era exploradora de un mundo por conocer, donde todos los sueños eran posibles. Quizás añoro esa sensación y es por esto por lo que mis escritos rezuman nostalgia.
- Sara, tú crees que vivimos en el andén de los besos perdidos, que desde el cotidiano Cercanías o metro vemos como espectadores trasnochados esos besos Penélope siempre a la espera. ¿Tanto hemos perdido o nos perdemos en lo perdido?
Creo que nos perdemos en esos trenes de Cercanías, que en realidad nos alejan cada vez más a unos de otros. Y sobre todo, de nosotros mismos. Nos perdemos en lo “urgente”: en las prisas por llegar al trabajo, por llegar al médico, a comprar, incluso por llegar a una cita romántica. Pero nunca llegamos a la estación de lo “importante”. Para mí los trenes simbolizan el paso del tiempo, que es algo que me obsesiona en cierta manera. Quizás por eso me gusta apearme y ver cómo pasan, aunque duela, ojo. Porque puedes bajarte, tomar distancia sentado en un banco, pero a la vez no dejas de verte a ti mismo dentro de ese tren que transita implacablemente por la vía. Tú viviendo la monotonía de los días, tú mirando el reloj, incapaz de desligarte de esa vorágine que nos arrastra. Es una sensación un tanto angustiosa, pero creo que necesaria.
- ¿Qué piensas de ese mito de que los bibliotecarios se pasan el día leyendo los fondos de la biblioteca? ¿Y el reto cárdigan para bibliotecarias divertidas?
¡Jajaja! A la primera pregunta, pues eso, que es un mito. No voy a negar que pasan por mis manos cosas bastante interesantes y que es imposible evitar echar un vistazo. Tampoco, que soy afortunada porque si no fuera bibliotecaria ni siquiera tendría la opción de pasar con esas joyas esos minutos robados. Pero bien debes saber, Lourdes, que si nos tuviésemos que leer todo lo que vemos en la biblioteca no tendríamos vida. No, una cosa es el trabajo, que como todo oficio tiene una parte de mecánico y otra el placer. Sería como preguntarle a un dependiente de una pastelería si se come todos los pasteles que tiene en la tienda.
En cuanto a lo del reto cárdigan me parece una muy buena iniciativa. Hay que romper estereotipos y, sobre todo, hay que hacerlo con humor. Reconozco que aún no he publicado ninguna foto de “reto cárdigan”, pero desde luego en cuanto llegue a mi biblioteca va a ser lo primero que haga.
- ¿Ser una princesa destronada te ha ayudado a desarrollar la empatía? ¿No te parece que el escritor debe ser un ser empático para poder ponerse en la piel de sus personajes?
Absolutamente. Un escritor debe saber ponerse en la piel de sus personajes, sean como sean: hombres, mujeres, niños, malvados, perversos, inocentes… Si no, sería muy difícil ahondar en el perfil emocional, que creo que es lo que le da “vida” a la narración. El hecho de haber sido “destronada” de mi reino a tan corta edad puede que me diera la oportunidad de transformarme en observadora. De que me volviera una niña más introspectiva, más reflexiva. Pienso que el dejar de ser el centro de ese pequeño mundo, siendo desplazada a un lado me permitió ver los acontecimientos desde otra perspectiva, más como una narradora incipiente.
- ¿Las mujeres escritoras escriben lo suficiente sobre las mariposas de chicle que sobrevuelan campos de cardos?
Sobre esas mariposas aparentemente frágiles se ha escrito mucho pero creo que aún se puede y se debe escribir más. Es más, no hay que dejar de hacerlo porque sigue habiendo por ahí muchos cazadores de trofeos y muchos campos sin abonar llenos de maleza.
- ¿Te gusta versionar relatos clásicos y traerlos a la actualidad?
Sí, me gusta. No es algo que haga a menudo, pero de vez en cuando me gusta jugar con la posibilidad de revisitar las historias y darles mi toque.
- ¿Crees que en algún momento de nuestra vida las mujeres hemos soñado con ser Bonnie?
Creo que muchas sí, desde luego. Bonnie representa la libertad, la transgresión de las normas, el jugar con la muerte, que es la forma en que se experimenta mejor el hecho de estar viva. Definitivamente Bonnie no viaja nunca en un tren de Cercanías.
- Hace poco leí que los hombres en su mayoría leen libros de hombres y las mujeres, en cambio, lo hacemos de los dos géneros. ¿Ha influido en tu forma de escribir alguna escritora? ¿cómo seleccionas los libros que te llevas a la mesilla de noche? ¿Eres fiel a uno o prefieres la infidelidad?
Soy infiel, lo confieso. Al menos literariamente hablando. Puede que haya influido un poco en mi forma de escribir Almudena Grandes, a la que descubrí ya con su primera obra, Las edades de Lulú, y es a la que más fiel he sido. Me gusta mucho Lucia Berlín, Ana María Matute y también leo mucho a Elvira Lindo, tanto su obra como sus columnas periodísticas. Pero en general soy bastante ecléctica. Puedo leer casi cualquier cosa, de autores conocidos y no tan conocidos.
- ¿Subes a tu blog todo lo que escribes o dejas relatos en el rincón de pensar? ¿Corriges o reescribes?
Mi rincón de pensar está atestado porque soy terriblemente maniática con las correcciones. Suelo dejar reposando cada relato hasta que definitivamente lo veo maduro. Me gusta pensar que son como el vino, cada uno necesita su tiempo de reposo, algunos no mucho y otros incluso años. A veces nunca terminan de salir de la cava y termino reescribiéndolos o se quedan en el limbo narrativo.
- ¿Eres escritora de hábito o de impulso? ¿Alguien cercano a ti en quien confíes es tu crítico particular?
Me gustaría decir que soy escritora de hábito pero tengo que confesar que no. Soy escritora de impulso. Bien es cierto que los impulsos cada vez procuro que duren más tiempo para que se vayan acercando al hábito porque la inspiración no siempre viene cuando se la espera. Tengo un crítico muy cercano que convive conmigo: mi marido. A él también le gusta la escritura y me ayuda mucho su punto de vista, sobre todo porque no me miente. Si ve que algo no le gusta o no funciona me lo dice claramente y eso es lo que más me ayuda a mejorar.
- ¿Escribes en noches insomnes de lunas tremendas? ¿La soledad te ayuda?
Sí, la soledad me ayuda mucho. Sobre todo, me ayuda a escribir poesía o prosa poética, que por supuesto sale teñida de nostalgia. Pero también me ayuda a escribir en general. Necesito estar en silencio para concentrarme. También me ayuda escuchar música, preferentemente de piano de compositores modernos.
- ¿La vida que está en el terreno de juego, arrebatando balones a diestro y siniestro, nos mete goles por la escuadra? ¿En la adversidad tú vas con el corazón en alto?
La vida nos mete unos goles tremendos. Continuamente. En cuanto a mi actitud ante la adversidad, pues mira, no me lo he planteado nunca. Pero ahora que lo preguntas creo que sí, que tiendo a ir con el corazón demasiado expuesto. Soy una persona emocional a la que le cuesta disimular sus sentimientos. Esto tiene su lado bueno y su lado malo.
- En lo que te he leído la vejez se refleja en mujeres mayores solas, ¿es así?
Ahora que me lo preguntas, sí que en mis relatos salen muchas mujeres mayores que están solas. Las elijo no por la edad que tienen sino porque me parece que reflejan a la perfección el concepto de soledad. Por lo general la mujer, incluso la mujer moderna (esa superwoman que trabaja dentro y fuera de casa, que estudia y que está habituada a la lucha cotidiana) vive en el mundo de las emociones, de los afectos y la familia y cuando se hacen viejas ese mundo se desvanece y sobreviene la soledad en letras mayúsculas. Hay una película de Benito Zambrano que precisamente se llama “Solas”, y que recomiendo porque habla de este sentimiento que no es exclusivamente femenino pero sí que las mujeres lo viven, digamos de una forma especialmente intensa.
- El maltrato, la infancia, el acoso a los niños diferentes, los secretos, el silencio en la pareja, ¿ir con un radar en los oídos ayuda a inspirarte?
Creo que sí. Me considero una persona bastante perceptiva y sensible a situaciones de injusticia. Como, por desgracia, las tenemos a diario no me falta inspiración. Y me gusta escribir de ello porque me gusta pensar que pongo mi granito de arena exponiendo esas realidades tan duras que existen.
- ¿Continúas escribiendo “versos azules para almas incoloras”? ¿Hay que desangrarse para escribir buena poesía? ¿Las palabras que aletean a su antojo te llevan a no pasar un día sin escribir?
Veo que has buceado a fondo en mi obra. “Versos azules para almas incoloras” son un conjunto de poesías de juventud. Hace algunos años me dio por rescatar algunas. Son un poco naif, muy surrealistas, porque en aquella época estaba deslumbrada por esta corriente, y muy oscuras y tenebrosas.
A la pregunta de si hay que desangrarse necesariamente para escribir buena poesía no te puedo contestar. Pero en mi caso concreto tengo que admitir que a mí la poesía no me sale del corazón ni de la cabeza: me sale de las tripas. Y desde luego, considero que mis mejores poemas están escritos con sangre y lágrimas.
- ¿Crees que con los años vamos creciendo o nos obligan a crecernos?
Muy buena pregunta. Creo que crecemos, pero también nos crecen a la fuerza. Por eso es muy bueno el ejercicio al que aludía yo al principio. Hay que ir bajándose del tren cada cierto tiempo y observar. Y observarte también por dentro para ver cómo creces tú misma sin empujones.
- ¿Las noches de luna llena, en el fondo del pozo, sigues confundiéndola con el sol de agosto?
Sí, para mí el mes de agosto es un mes mágico, como también lo son los pozos que proliferan por doquier en esa aldea extremeña que me habita. Es tan mágico que una de mis hijas nació ese mes. El mes de agosto debe llevar canto de chicharras a la hora de la siesta y de grillos en las noches de luna llena. Y misterio, mucho misterio flotando en el aire. Cuando desciendo a alguno de esos pozos llenos de agua oscura siempre, siempre se ve un sol que ilumina el camino.
- ¿Tuviste que caminar mucho por la alameda hasta llegar a “Zapping”? ¿Al acabar de escribirlo pensaste que lograrías llamar la atención del jurado del concurso Madrid Sky?
La verdad es que la frase a priori me planteaba otras historias más predecibles así que preferí hacer todo lo contrario. Me visualicé cambiando de canal, buscando otros caminos alternativos a la alameda por donde iba todo el mundo. Me lo pasé muy bien escribiéndolo. Me gustó ponerme en la piel de la protagonista y hacer un balance de su vida con un tono ácido y descarado. Obviamente también pensé en la posibilidad de quedar finalista, pero sobre todo lo que hice fue divertirme mucho.
- ¿Haces mucho zapping o eres espectadora pasiva de lo que te echen? Te lo pregunto porque en un momento del relato tu protagonista dice que no quiere ser mera espectadora de su vida. Si somos meros espectadores ¿corremos el peligro de vivir la vida de los otros?
No hago todo el zapping que me gustaría, la verdad. Pero sí que es cierto que odio ser una mera espectadora porque, efectivamente, si no te involucras, si no sales un poco de la zona de confort, creo que te arriesgas a no abandonar nunca el rebaño. También te digo que esto en la práctica es tremendamente difícil porque estamos muy sometidos a ciertas convenciones sociales y a responsabilidades familiares que no nos permiten “cambiar de canal” a nuestro antojo. Por eso quizás disfruté tanto escribiendo “Zapping”.
- ¿Compartes mi idea de que los finales abiertos dan la posibilidad al lector de reinventar o reescribir la historia?
A mí me gustan mucho ese tipo de finales. Me gusta que el lector sea parte activa del relato y eche a volar su imaginación, que rellene los huecos que han quedado en la historia e interprete el final como mejor le parezca. Ahora, soy consciente de que hay que tener cuidado porque tampoco hay que dejarle abandonado en un desierto sin ninguna pista para que pueda encontrar su camino.
- ¿Has sido alguna vez jurado de un concurso literario? ¿No se corre el peligro sin querer o queriendo de preferir lo que se parece a lo que nosotros escribimos?
Sí, he sido jurado en alguna ocasión. Quiero pensar que soy lo más imparcial posible valorando el estilo y la forma de cada relato. Pero es difícil no sentirte más inclinada por aquellas historias que son más de tu gusto personal. Creo que ahí hay una subjetividad casi imposible de evitar. Por eso se busca el consenso de todos los miembros del jurado.
- La pregunta obligada, ¿querrías recomendarnos a los Primaduroverales algún libro que te haya impactado?
Pues mira, he leído hace poco un libro que me ha gustado mucho. Se trata de Bajamares, de Antonio Tocornal. Es una historia sobre de la soledad. El autor maneja una prosa limpia, sencilla y directa con trazos que rayan la pura filosofía y la poesía a través de unas bellas imágenes simbólicas que se me han quedado grabadas.
Y ahora mismo estoy con un volumen de Cuentos de Carlos Castán que estoy disfrutando mucho.
Hemos llegado a Puerto, Sara. Me queda esa sensación de que el viento nos ha sido propicio en nuestra travesía. Gracias por compartirla.
Filóloga por vocación, bibliotecaria por trabajo, Lourdes Chorro pasa la mitad de su vida rodeada de libros de los que sólo lee la portada y en la otra, amontona tal cerro de lecturas que con solo mirarlas se siente inspirada para escribir. Cuando conoció a los Primaduroverales descubrió que la prosa también podía ser poética y ya ha visto publicados algunos de sus relatos. Es coautora de los libros de relatos Primaduroverales cuentos, Madrid Sky, 2056 Anno Domini y Sobremesas manchadas de café y tinta.
Una entrevista inteligente, original y poética, con el sello de Lourdes, a la altura de Sara Nieto, merecedora implacable de este premio. Ahora que sabemos más de ella, me alegro que así fuera.
Mi más sincera enhorabuena , SARA Y LOURDES.
La entrevista es soberbia , has convertido la entrevista en un entrañable ensayo existencialista con esas preguntas que rebosan poesía intimista de gran altura humanística. Me quedo sin palabras….
Gracias Sara.
Magnifica Lourdes.
Magnífica entrevista Lourdes, tus preguntas destilan como magia en las palabras que diriges a Sara, unas preguntas muy elaboradas que la finalista responde con destreza. Un placer leeros. Enhorabuena a ambas.
Gracias a Lourdes y a mis amigos de Primaduroverales por concederme el honor de ser entrevistada. Estoy de acuerdo en que las preguntas han sido de lo más acertadas y jugosas para mí.
Me alegro también de que disfrutéis de la entrevista tanto como yo.
Ya estás viendo, Sara, el cariño de los Primaduroverales. Son estupendos!!!
Para mi ha sido un placer leerte un poquito y he aprendido mucho con tus respuestas. Gracias Sara aquí nos tienes deseando conoceros en persona el año que viene en la entrega de premios
Reblogueó esto en Cuentos contigoy comentado:
Tengo el inmenso placer de compartir con todos vosotros la entrevista que me hicieron en Primaduroverales. Espero que disfrutéis leyéndola tanto como yo contestando preguntas tan jugosas. Un saludo a todos
Sara y Lourdes, habéis hecho magia. Qué placer leeros.
Una entrevista sencillamente maravillosa, entrañable. Por ella hemos conocido a dos soberbias mujeres, Sara y Lourdes. Ha sido un verdadero placer leeros, gracias a las dos.
¡Qué buena entrevista!
Poesía Pura!!! Siento haber leído tan tarde esta maravillosa entrevista… Sois poetas, las dos: Lourdes la entrevistadores y Sara la entrevistada. No abandonéis. No nos dejéis solos en la gris y áspera rutina. 😘😘😘
Una entrevista diferente. Unas respuestas que merece la pena no perderse.
Gracias a las dos