LAS TROBAIRITZ
Por Alicia Gallego.

A lo largo del S.XII no sólo hubo trovadores, también hubo mujeres trovadoras, las trobairitz. Su figura ha caído en un olvido deliberado a lo largo de los siglos. De ellas se ha dicho que eran poetas menores, incluso se las ha tratado de cortesanas y promiscuas. A veces se ha negado su existencia, alegando que sus poemas, dotados de una calidad altísima, eran escritos por hombres con pseudónimos de mujeres, argumento totalmente carente de base, puesto que en la Edad Media, y aún hasta nuestros días, las mujeres han tenido grandes barreras para acceder a la cultura y sólo podían expresarse utilizando pseudónimos masculinos, unas veces inventados, otras usando el nombre de sus maridos.
El término trobairitz se utilizó por primera vez en el S.XIII y su significado era componer. Estas grandes poetisas fueron las primeras mujeres compositoras de música secular occidental. En sus “cansós”, las trobairitz exponen las cualidades que son deseables en los hombres, un canon en el que las mujeres tienen libertad para elegir y rechazar a un enamorado. Ellas establecen las normas y eligen al hombre digno de ser amado. Los temas tratados en sus composiciones eran fundamentalmente la felicidad, el amor, el deseo, la ansiedad, la petición de consejo, los lamentos por un amor no correspondido. También había “tensós”, una especie de pelea entre dos interlocutores, en el que se alternan sus voces estrofa a estrofa. Las cansós estaban compuestas por un mínimo de dos coblas o estrofas y un máximo de ocho, siendo la más usada la de ocho versos. En ellos, por primera vez, las mujeres reclamaban al amado correspondencia a su amor. Este amor estaba dirigido a caballeros, trovadores y también a otras mujeres como es el caso de la bellísima cansó “Na María” de Bieris de Romans, lo cual ha provocado especulaciones acerca de su homosexualidad.
“Por lo que os ruego, si os agrada el amor cortés
Y la dicha y la dulce humildad
Me puedan servir de ayuda ante vos
Que me deis, bella señora, si os place, aquello de lo que espero tener alegría y esperanza
Ya que pongo en vos mi corazón y mi afán
Y todo lo que me alegra provienen de vos
Y por vuestra causa a menudo suspiro
Las trobairitz eran mujeres de educación esmerada que aprendieron en conventos a leer y a escribir, versificar y rimar, crear música y cantar. Como señoras de casas acomodadas, ejercieron de mecenas cultivando y difundiendo las artes y la cultura del amor cortés. María de Francia, en sus “ Lais”, doce narraciones breves escritas en verso que se consideran claves en la tradición bretona, realiza una denuncia contra los matrimonios concertados. En ellos la mujer aparece como un ser dotado de igual libertad que los hombres.
La lengua utilizada en sus poemas es la occitana, lengua romance hablada en Francia, Italia y España. Por lo general, las trobairitz, eran mujeres de origen noble, casadas con nobles del ámbito provenzal y, aunque la mayoría encarnaron el ideal de “señora”, otras rompían en sus composiciones con el estereotipo de mujer pasiva, expresando sus deseos y hablando del amor prohibido, adúltero y pasional, algo totalmente transgresor para la época.
Beatriz de Dia estuvo casada con Guillermo de Poitiers, pero enamorada de Rimbaud de Orange. Dedicó a este amor prohibido toda su obra poética. De ella se conservan cuatro composiciones, una de ellas, “A chantar mier de so q’ieu non volria”, es la única canción trovadoresca cuya música se conserva intacta compuesta por una mujer.
A chantar mier de so q’ieu non volria / Ahora deberé cantar de lo que no quería
tan me rancur de lui cui sui amia / tanto me lamento del que soy amiga
car ieu l’am mais que nuilla ren que sia / pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo
vas lui no .m val merces ni cortesía / pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
El rey Alfonso X admiraba a las trobairitz, que ocuparon un lugar de privilegio en su corte. En ella sabemos que habitó María Pérez Balteira, mujer de personalidad fascinante, cuya belleza y habilidades para la danza y el canto, le abrieron las puertas de la corte, donde encontró un sinfín de enemigos. De ella tenemos noticia por los hasta quince poemas que los trovadores de la época escribieron de ella, relatando sus andanzas y amoríos con abundancia de burlas. En 1257 peregrinó a Tierra Santa y su regreso fue recibido con cantigas de maldizer, es decir, con chanzas y escarnio. Se sabe que fue una gran adicta al juego de dados y de su costumbre de blasfemar cuando perdía, y que, también, pudo actuar de agente del rey Sabio en sus tratos con los moros.
De María de Ventadorn nos ha llegado una sola “tenson” o debate poético, cuyos versos alternos eran compuestos por ella y por Gui d’Ussel. En esta tenson se plantea el debate de si, una vez que un hombre logra ser aceptado como el amante de una mujer, se convertiría, a partir de ese momento, en su igual o seguiría siendo su siervo.
“El amante debe presentar sus súplicas
Y las peticiones del mismo modo a dama o amiga
Mientras que la dama debe honrar al propio amante
Como a un amigo, mas no como a un señor”
Clara d’Anduza era tan bella como gentil. Hija de Ramón VI, escribió estos arrojados versos dedicados al trovador Hugo de San Cyr :
“Los que critican mi amor y lo condenan
No conseguirán que mi corazón cambie,
Ni harán que sea mayor el deseo que de vos tengo,
Ni mandarán en nada mis propósitos.
No hay hombre alguno, por odioso que sea,
A quien no esté pronta a favorecer, si lo oigo hablar bien de vos,
Como no hay hombre a quien, si habla mal,
No esté yo dispuesta a hacer daño.
Castelloza, Alamanda de Castelnau, Azalais de Porcairages, Garsenda de Provenza, son algunas de las 21 autoras identificadas que han llegado hasta nosotros, y tan sólo 46 composiciones escritas por ellas. El S.XIII marca el declive de la cultura occitana y con ella cae una tradición de mujeres poderosas y cultivadas que componían sus propias creaciones. Estrellas fugaces que brillaron apenas durante un siglo y medio, pero cuya luz todavía nos alumbra. Sus obras son una joya, un preciado bien que no debemos dejar caer en el olvido. Reivindiquemos el lugar en la Historia que por propio derecho les corresponde.
¿Cuándo os tendré en mi poder?
Podría yacer a vuestro lado un atardecer
Y daros un beso apasionado.
Sabed que tengo gran deseo
De teneros en lugar de mi marido
Con la condición de que me concediérais
Hacer todo lo que yo quisiera.
( Beatriz de Día 1140- 1212 )
Alicia Gallego G.
07/03/2020
Genial tu artículo Alicia.
Gracias por instruirnos.
Ni se me ocurrió que existieran.
Qué bien que nos las rescates del olvido.
Del olvido, a la acción!!
Ya quiero ser Trobairitz.
La he leído según caminaba en la manifestación y cuando levanté la vista las vi a todas reflejadas en las caras juveniles que me rodeaban. Como muy bien dice Olga, gracias por ilustrarnos
Vaya pedazo de artículo Alicia, y que interesante.
Alicia, toda una lección de historia. Cuántas grandes mujeres no podrán salir del anonimato, la desigualdad es el silencio más injusto.
Tampoco sabía de su existencia, Alicia. Todo un descubrimiento. Te felicito por el trabajo. Que por otra parte, abre una vía de profesiones ocultas por descubrir, y sobre la que trabajar.
Alicia ¿te apetecería escribir otro artículo sobre las mujeres escritoras que se hicieron pasar por hombres para poder publicar? Ahí lo dejo, para Alcia o para quien quiera.
Gracias a todos por vuestros amables comentarios, sólo decir que hay que seguir luchando día a día por la igualdad, sin desfallecer. Mirad lo que escribía Leontxo García en su apartado de ajedrez del diario El País del domingo: «Marta García ha ganado el Campeonato Universitario Absoluto de la Comunidad Valenciana, pero sólo ha recibido el premio a la mejor mujer, con el absurdo argumento de que en todos los demás deportes las competiciones eran separadas por sexos».
Me ha encantado tu artículo, Alicia. No lo sabía.