Por: Lourdes Chorro

Un apunte como punto de partida

El doctor Mattarucco te hace hablar sin que te dé algo. En su terapia estuvimos combinando múltiples posibilidades acabadas en gente. Buceamos en lo hondo y el fondo, en eso tan fundamental como es lo elemental, sin que lo mental nos apartara de la parte que importa. Nos quitamos ese sable responsable de esa carga que nunca se descarga porque estamos comparándonos de contínuo con los demás.  Aleja, elige, aloja. Vaciamos nuestras agendas de compromisos y las llenamos de premisas. Y sin darnos cuenta nuestras corazas libre de trampas que entrampan se llenaron de caricias. ¡Y vaya si es cierto que nada te lastima si te estimas!

FotoDejamos de sopesar supuestos, nos detuvimos y sentimos el presente sin esos peros que tanto pesan y nos hacen recaer en los mismos posos. Entonamos varios mantras en el presente sin estar ausente” Y ni el vaho de nuestra respiración, ni la nebulosa del miedo desmedido que todo lo media  nos  impidió sentir.

De regreso a casa fui repitiendo: “Arraigo, agarro, me aferro, hierro. Creer en alguien no es crearle como tú quieres que sea” y, al menos durante esa noche deslié nuestra alianza y conjuré el presente sin conjeturar el futuro ni convocar al pasado.

Amigos, esto no es más que un apunte como punto de partida, no os perdáis la representación de este poético doctor. Podréis diferir de lo que os recete, pero no os resultarán indiferentes sus palabras.

Lourdes Chorro Capilla

 

Por PDV

8 comentarios en «La clínica del doctor Mattarucco»
  1. Magnífica reseña, Lourdes, como siempre. Habrá que pasarse por la clínica del doctor Mattarucco para ver si somos capaces de sentir todo aquello que tu sientes.

  2. ¡Vaya forma sublime de “conjurar el presente” de esa sesión de terapia con el doctor Mattarucco! ¡Cuánto siento no haber podido compartirlo con vosotros! ¡Y cuánto agradezco tu conjuro y el ARTE del doctor! Arte que tus palabras muestran y que puedo JURAR que es único y revolucionario.
    Sois unos “cracks”!!!

  3. Lourdes, eres una artista. Además, que todos sabemos que esto lo escribiste seguramente mientras cocinabas y escuchabas la radio, y tendías la ropa y te tomabas un café con pastas italianas. Te agradezco muchísimo el apoyo, la pieza literaria que te has marcado y tu brillantez para con la obra de Diego. ¡Bravo, bravo, bravo! «Pacientes» así son las que necesitamos :-).

  4. Magnífica exposición de de esa terapia del doctor Mattarucco que nos haces Lourdes. Nadie lo habria hecho mejor, estoy seguro. Lástima también no haber acudido.

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