Son días de encierro obligatorio. La crisis sanitaria nos obliga a pasar mucho tiempo en casa. La lectura siempre es una ayuda. Leer nos hace viajar, volar, navegar. No estamos acostumbrados a pasar mucho tiempo en casa, a estar encerrados, los latinos somos amantes de los espacios abiertos, del aire libre. Por eso Joao, el libro de Paloma González Rubio que ha sido premio Alandar en el año 2019, es un libro extraordinario para estos días.
Joao es una historia del mar, una historia de descubrimiento, una ventana al mundo invisible de los que viven en alta mar, al margen de las normas. Es una historia basada en un personaje real, un personaje que representa a un colectivo invisible al que podríamos llamar los vagabundos del mar, gente que vive al margen del sistema. Son lobos de mar, personas solitarias, pero también parejas y familias que buscan la libertad y hacen realidad su rebeldía navegando de puerto en puerto. Es un libro en el que la autora hace sentir al lector la libertad y la brisa del mar en el rostro, en el que este se siente mecido por el movimiento de las olas y los barcos y en el que una historia de amor sirve como hilo conductor para mostrar a quienes no lo conocen el maravilloso mundo del mar.
Paloma González Rubio es amante de la música. Fue solista de un grupo de música sefardí y letrista de canciones populares. Más tarde se acercó al mundo de la navegación. En Joao consigue unir sus dos grandes pasiones, la música y la literatura, para escribir un libro sensacional que huele a agua salada y en el que se pueden oír las olas del mar al romper plácidamente sobre las arenas de las playas o con braveza sobre los cascos de los barcos. Joao recibió uno de los premios más prestigiosos de literatura juvenil que hay en España, pero no es una novela dirigida solamente a los jóvenes, es una novela dirigida a todos aquellos a los que les gusta sentir en las mejillas la brisa del mar, una novela enriquecida por un lenguaje marinero que la autora domina y maneja con conocimiento y que deberían leer todos aquellos que, estando encerrados en su casa, ven en las páginas de los libros un espacio de libertad.
