Por: Alicia Gallego

En la tarde de ayer estuvimos  muy bien acompañados. Nunca había acudido al taller tal cantidad de personajes, y es que esto de los colectivos es lo que tiene, que son uno y muchos al mismo tiempo, con lo que colgamos el cartel de aforo completo y así nos preparamos para escuchar lo que sucede en parte de un lunes de la novela de Pablo Frías, titulada “La revancha de las tuercas”.

Utiliza Pablo un narrador en primera persona, lo cual es una dificultad añadida, pero a él le gustan los retos y nada le detiene. Su novela va avanzando, ya vamos conociendo  a los amigos de Sergio, su personaje central. Carlos, Gonzalo, Fernando, Cristina y Verónica nos acompañaron pero estuvieron poco habladores, esperamos que vayan cogiendo confianza y podamos llegar a conocerlos mejor. En ellos descansa el peso de este capítulo al que parece que le falta un poco de ambientación para percibir mejor el espacio en el que se mueven.

Siempre he envidiado la rapidez de manos de Carlos. Viéndole enjuagar los vasos y colocar las copas en sus estantes, me reafirmé en la convicción de que nos hacía trampas en los juegos de cartas. Él lo negaba y nosotros nunca le habíamos pillado, pero con esa destreza, casi me decepcionaría si sus recurrentes victorias en esos juegos se debieran al azar.”.

Susana de la Higuera nos llenó la clase de chavales transportándonos al patio de un colegio donde los Frikis en pie, ocupan el terreno de juego ante el estupor que ello provoca entre las divinas, los chulitos de medio pelo y los directamente matones. La insumisión comienza cuando las miradas de los perdedores se encuentran. En ese momento consiguen la fuerza que les llevará a rebelarse contra el maltrato. Susana dice que su “Operación patio” es un relato utópico que comienza con una rebelión y termina como una dulce promesa de esperanza. A esa esperanza  nos adherimos todos con ese deseo feroz de victoria de los oprimidos sobre los opresores.

Algunas miradas se elevaron hacia las ventanas engalanadas con el aullido de nuestra existencia. Otras, la mayoría, nos observaban, sorprendidas y expectantes. De repente, se hizo el silencio y se abrieron paso las divinas, los chulitos de medio pelo y los directamente matones. Alzamos la vista hacia las ventanas y nuestros ojos hallaron la fortaleza que amenazaba con abandonarnos

Paco Plaza nos llegó recién vacunado pero no fue eso lo que le hizo recrear un mundo hilarante, el cuento lo escribió antes, no ha sido un efecto secundario de la vacuna. En “Aire y agua” el mundo se divide en Etéreos y Fluidos, tristes adoradores del Aire y del Agua, dirigidos cada uno por su clase sacerdotal correspondiente. El taller estaba a rebosar, no cabía ni un alfiler, la humanidad entera allí metida. O casi. Hubo que abrir las ventanas y entonces, hasta nosotros llegó una letanía. Nuestros invitados se despojaron de sus túnicas y abandonaron a toda prisa el taller para unirse a un nuevo grupo. La deserción fue total. Los Pomposos, adoradores de La Burbuja y defensores a ultranza de la sonrisa, desfilaban llevándose tras ellos a todos. Una locura.

Pero cuando llegó el día del gran cónclave allí solo se presentaron los sacerdotes de los Etéreos y de los Fluidos. Cuando se dieron cuenta de que nadie más se presentaría miraron hacia el sur y vieron un ancho caudal de túnicas blancas y grises corriendo hacia el sur. De fondo se oía un murmullo atronador:

Parrondo, Parrondo, que te rondo. Clarisa Clarisa, vaya risa. Que me mondo. Que me mondo.”

Cuando los Pomposos nos abandonaron y creíamos poder gozar de un rato de sosiego, Dolores Gil, con su “No matarás”, nos trajo al taller una multitud de actores, vestidos con sus mejores galas, para conceder la entrega de los Oscars de la Academia de Hollywood. Glamour por todas partes. Presentan la ceremonia Warren Beatty y Faye Dunaway. Desde el infierno, Bonnie and Clyde redivivos, se reencarnan una vez más en  los cuerpos de los actores que les dieron vida en la pantalla, para llevar a cabo una brutal venganza.

Warren Beatty y Faye Dunaway se disponen a hacer entrega de un premio. Es entonces cuando comienza la acción. Los belicosos forajidos (rememorando viejos tiempos) toman prestados los cuerpos de los actores que le dieran fama mundial. Empuñan su arma hacia el defenestrado Trump, y un espléndido y reluciente “Óscar” en forma de bala certera, sale de la pistola de Clyde al corazón del bandido. (Un bandido de nuestro tiempo, acuñado legalmente y con todas las de la ley.)

Nunca antes un tiro de gracia fue más vitoreado.”

Cuando todos se fueron y se apagaron las candilejas nos quedamos un tanto raros, como muy solos. Habrá que esperar a la semana que viene para que se nos llene el taller nuevamente de todos los personajes que habitan en nuestros cuentos y novelas. Los esperamos con los brazos abiertos.

Alicia Gallego, 29/04/2021

Por PDV

8 comentarios en «Gente por todas partes»
  1. Otra estupenda crónica, con la habilidad que acostumbra nuestra compañera Alicia que es capaz de resumir enriqueciendo la que fue una , ya de por sí, estupenda tarde de jueves.
    Enhorabuena y gracias Alicia.

  2. Entre tanta muchedumbre, necesitábamos una persona que contara lo que había pasado. Y quién mejor que Alicia. Ahí queda eso.

  3. Estupenda crónica. La risa colectiva que nos regaló Paco alivió las tensiones colectivas madrileñas, que necesitábamos aliviar. ¡Gracias! Escribir desde lo colectivo resulta muy interesante, aunque pueda sonar algo pomposo…
    «Parrondo, Parrondo, que te rondo. Clarisa Clarisa, vaya risa. Que me mondo. Que me mondo» .

  4. Qué locura tan maravillosa tu crónica y la tarde del jueves. Graciasss, Alicia

    Pesquisa, pesquisa, no hay brisa que no sise nuestra risa

  5. ¡Qué buena crónica!
    Un compendio de personajes, y de buenos relatos, y de risas, y de gente y de deseos de que lleguen más personajes, más relatos, más risas y más…
    Gracias Alicia

  6. Gracias Alicia por tu crónica, tu eres especialista en contar con tanta gente y a los escritores que tan bien cuentan y describen y hasta le agradezco a los personajes de sus relatos.

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