Por Manuel Pozo
Dicen que un fado es una poesía cantada, extremadamente sentimental, que se canta con la boca y el corazón. Amália Rodrigues, la gran voz del fado, dijo en una ocasión que “lo que distingue a los poetas y los hace diferentes del resto de la gente es decir en dos letras lo que todos sentimos”. Fue ella, a la que se considera la reina del fado, quien dio vuelo y elegancia a un género que comenzó en el siglo XIX como canción popular propia de las personas o de los lugares marginales, de la prostitución y el lupanar. El fado se cantaba en las tabernas marineras portuguesas de mala fama, pero también era la canción nostálgica tras la cual latía la historia de un pueblo, de sus músicos y de sus poetas. El escritor Joao de Melo dijo que el fado se nutre de literatura y poesía. “El fado es lírico y épico, nostálgico y marítimo, como siempre es el paso del tiempo en Portugal; es una canción dolorosa y lenta como corresponde a los distintos estados del alma”.
La marginalidad del fado terminó definitivamente en el año 2011, cuando la Unesco reconoció a la canción popular portuguesa como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Desde entonces el fado no es exclusivo de los barrios de Lisboa como Alfama, Mouraria o el Barrio Alto, es patrimonio del hombre, y como patrimonio de la humanidad los cantantes y poetas portugueses continuarán llevándolo por todo el mundo. El martes 7 de mayo, a las 21.00, el fado llega a Madrid con la cantante María do Ceo, considerada la sucesora de Amália Rodrigues por no pocos críticos. Pero el fado ya no extiende su melodía por tabernas de mala reputación. En esta ocasión María do Ceo dará un concierto único en la sala Galileo Galilei. Ella, que nació en Oporto, respiró el fado desde la cuna gracias a su padre, fadista aficionado. Se trasladó a Ourense con diez años y ha vivido allí desde entonces. Ha recibido numerosos premios por su trayectoria y como uno de los mayores reconocimientos fue nombrada hija adoptiva de Xinzo de Limia en 2015. Su concierto en Madrid será una ocasión única para empaparse de estas canciones en las que quien sufre es quien se queda aguardando el retorno de quien partió, y no el individuo que partió.
María do Ceo actuará en la sala Galileo el martes 7 de mayo a las 21.00
Manuel Pozo Gómez es miembro de la asociación Primaduroverales Grupo de Escritores. Es autor del libro de relatos Violeta sabe a café, (Premium editorial) y coautor, entre otros, de los libros Madrid Sky, (Uno Editorial); Cuéntame un gol, cuentos de fútbol (Verbum editorial) y RRetratos HHumanos (editorial Kolima). También ha sido el coordinador del libro RRelatos HHumanos (Lid editorial).
Bonito artículo y qué coincidencia Manuel, mis dos amigos americanos han ido a Lisboa estos días a escuchar Fado. Ayer me escribieron desde el Bairro de Alfama encantados con el dueño del restaurante que cantó estupendamente para ellos, acompañado de dos mujeres. Lástima que no estén de vuelta para el concierto de Maria do Ceo.