Por: María Sánchez Robles

Debemos al taller la proeza de que Olga M. Torralba, miembro de Primaduroverales desde hace varios años, escriba. “Si no fuera por el taller, no escribiría nada”, confiesa. Se define de este modo: “Soy una psicóloga enamorada de la psicología desde los 14 años que a veces se evade; una enamorada de Madrid que a veces se escapa; una enamorada de la lectura que muchas veces no lee porque está con amigos. Pues eso. Unas coherencias por aquí y unos contrastes por allá”. Muy humana, idealista y entusiasta… os dejamos con Olga. A disfrutar.

  1. ¿Solías escribir antes de comenzar el taller? ¿Cómo llegaste al taller?

Hasta entonces no había escrito más que prosa poética, redacciones, animada por una profesora muy importante para mí, frases cortas, reflexiones que iba guardando en un cuaderno para hacer algo con ellas, algún día. Aún están en el cuaderno, por cierto.

Al taller llegué por casualidad. Fui a inscribirme con una amiga en el curso de fotografía de la Casa del Reloj y la administrativa me dijo que había que apuntarse en una segunda actividad. Revisando lo que había, encontré “taller de creación literaria” y es la que escogí. ¡Por suerte!

  1. ¿En qué aspectos te marcó aquella profesora?

Era una mujer con una personalidad muy fuerte. A mí me encantaba su forma de enseñar. Relacionaba todas las asignaturas, incluso las que no impartía, y todo lo conectaba con la vida real, más allá del papel y del tiempo. Pero lo más importante fue que cada día nos recalcaba que podríamos ejercer cualquier profesión y rol, pero que siempre teníamos que anteponer que somos personas.

  1. ¿Qué libros te hicieron amar la literatura?

En mi niñez los de Los cinco, aún los guardo. En la adolescencia Cruzada en jeans de Thea Beckman, Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena y El camino de Delibes, entre otros.

No disfrutaba de la lectura obligada casi nunca, excepto el libro de texto Senda, de relatos cortos. El mejor momento escolar era oír decir a la profesora: “Abrid el libro de Senda”. Hasta tal punto que quise llamar a mi hija así, pero a nadie más, especialmente al padre, le pareció buena idea y desistí. Lástima, porque ahora sé que el nombre le iba realmente bien.

  1. ¿Qué es lo que más disfrutas del taller? ¿Te gusta la dinámica de las clases?

Para mí fue una sorpresa. Yo pensé que era un taller de un curso con clases magistrales pero enseguida vi que se trataba de otra cosa. En primer lugar ya se conocían. Uno de los participantes del grupo, Luis Marín, empezó a leer su cuento que respondía a los deberes de final del curso pasado y tenía que empezar por la primera frase del libro Ana Karenina. Me alegré de haberlo leído hacía años, por si me preguntaban algo. Me pareció un relato maravilloso, pero para mi sorpresa, entre las críticas las había buenas y también consejos de mejora en detalles que yo aún no era capaz de ver. Tras Luis leyeron otros compañeros y el procedimiento fue el mismo. Ante esto lo tuve claro: “Olga, ya lo puedes preparar pero que muy bien” y tardé meses en leer mi primer relato. Ya es la quinta temporada que comparto con Primaduroverales y sigo aprendiendo cada jueves. Me gusta porque es un grupo abierto a nuevos compañeros, y con bastante estabilidad. La dinámica me parece bien, pero echo en falta algo más de teoría en cada clase.

  1. ¿Y cómo viviste la experiencia de “desnudarte” por primera vez ante tus compañeros? ¿Fueron duros o primaverales contigo?

Fueron compasivos, menos mal. Quien te corrige te hace un regalo, y entiendo que es para lo que exponemos nuestros trabajos. Además es una suerte estar entre escritores que saben escoger las palabras para hacer crítica constructiva, y para elogiar lo que más les gusta.

  1. Dos de los temas recurrentes de tus relatos son la maldad y el amor en todas sus formas. ¿Buscas ciertas respuestas al escribir sobre ellos?

Puede ser. Las emociones y los comportamientos puestos a prueba en determinadas situaciones pueden dar sorpresas. El amor, la maldad, los celos, la decepción. Es como jugar con las características de los personajes, ponerles a interactuar y esperar a ver por dónde salen.

  1. Recuerdo especialmente dos relatos tuyos que me encantaron: Limerencia y Dissonantia, que parecen además de una misma serie. En ambos trabajabas el erotismo, la sugerencia, la sensualidad. Para alguien que confiesa que le parece un horror escribir sobre sí misma, y que no le gusta hacerse fotos, ¿no resulta difícil leer relatos eróticos en voz alta?

Un poco sí. De hecho la primera vez fue por insistencia de Juanjo Valle-Inclán y lo leyó él en clase. Pero en la siguiente ocasión lo leí yo, y actualmente estoy preparando otro, cada vez con menos pudor, jajaja. El de Dissonantia triunfó especialmente entre los compañeros varones, ya que tiene mayor carga erótica.

  1. ¿Qué libros has leído recientemente y cuáles recomendarías?

Pan de limón con semillas de amapola de Cristina Campos, que te lleva por la vida de dos hermanas y su extraña relación con un molino de Mallorca que heredan. Es de los que no puedes dejar de leer ni un día. También Mi querida bicicleta de Delibes, una delicia, con su bicicleta como compañera a lo largo de las distintas etapas de su vida. Y un cuento a destacar, El cuento de la isla desconocida de Saramago, donde busca una isla por descubrir. Es importante siempre seguir buscando y gracias a esa búsqueda puede que encuentres lo importante, especialmente a ti mismo.

  1. ¿Qué lectura te traes entre manos en estos momentos?

Actualmente, y llevo un tiempo, aunque me está gustando mucho, estoy leyendo El guardián entre el centeno de J. D. Salinger,  Alma de copla de Nuria Gómez de la Cal, de poesía que me ha llegado gracias a ti y de la que rápidamente me he hecho fan. Y los relatos de los compañeros del taller, que pese a ser nuestra “lectura obligada” me gustan casi siempre. Meritazo, ¿eh?

  1. ¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Han influido en tu modo de escribir?

Destacaría la sensibilidad de Mario Benedetti y el estilo de Henry Murger en su Escenas de la vida bohemia y por supuesto  Julio Cortázar. ¿Que si me han influido? Jajaja, ya me gustaría…

  1. ¿Cómo influye tu profesión, psicóloga, en tus relatos?

En algunos lo indispensable, lo no desligable de la persona. En otros sin embargo, he tenido la oportunidad de desempolvar almas y descubrir en ellas tesoros dignos de relatos.

  1. ¿Cuál ha sido el trabajo que más te ha impactado?

La enfermedad mental es bastante impactante de por sí, y lo que puede llegar a hacer alguien sin enfermedad mental también lo es. En la planta de psiquiatría de un hospital, siendo muy joven, conocí por primera vez a un asesino, que dio 12 puñaladas a su exnovia, con la que había roto de una forma aparentemente civilizada ¿enfermo mental o una sociedad enferma?

Por otra parte, trabajar en la cárcel me supuso conocer un submundo dentro de nuestro mundo, donde descubrí gente perversa y gente muy buena. Como fuera de la cárcel. La vida contiene los extremos de un continuo, la cárcel y la enfermedad mental también.

  1. ¿Has pensado alguna vez escribir sobre tus experiencias personales vividas en el ámbito de la psicología? Por ejemplo, sobre esa experiencia concreta.

Sí, de hecho, Deja que te escriba está ambientado en la terapia en prisión. Tiene una parte autobiográfica, y obviamente otra que no lo es. Y algún microrrelato por ahí…

  1. Además de darle a la literatura, volver a estudiar, ser miembro activo de Primaduroverales… Colaboras con una causa solidaria. Cuéntanos un poco más sobre ella.

Sí, María. Llevo tres años “embarcada” desde las AMPAS de Arganzuela con DEL OLVIDO A LA ACCIÓN para dar visibilidad, solidaridad y recaudar fondos a favor de las personas refugiadas que viven miles de infiernos personales. Me parece un tema de responsabilidad hacer algo, aunque sea puntual, mientras nuestros contemporáneos sufren un olvido dañino que hará historia, en pleno siglo XXI. Un grupo abierto de personas de distintas profesiones y sacando tiempo de no se sabe dónde, contra toda lógica y contrarreloj organizamos un macroevento lúdico en las instalaciones del Matadero-Casa del Reloj. Este 2019 será el 15 de junio.

  1. Otra de tus facetas está muy ligada a la naturaleza y lo artesanal.

Desde hace un par de años he descubierto el placer de aprender a hacer cosas artesanales, en el pueblo, entre amigos: recuperar y cuidar una viña abandonada que estamos resucitando y todo el proceso del vino, como se hacía antes, sin sulfitos, ni nuevas proteínas, ¡valientes! Hacer queso desde la leche de la cabra recién ordeñada (aun no nos hemos puesto a ordeñar, la verdad), y chorizos que salieron muuuy ricos y pude compartirlos con nuestro vino también un jueves post-taller con los primaduroverales. Sin olvidar el producto estrella del huerto: el tomate, que marida muy bien con las letras.

Tan bien como tú, que maridas estupendamente con la literatura. ¡Muchas gracias, Olga!

Por PDV

6 comentarios en «Entrevista a Olga Torralba»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *