Por Alicia Gallego González

Nieves es una maestra en eso de crear mundos donde lo fantástico se mezcla con lo cotidiano, lo mágico con la realidad; así lo hemos podido disfrutar en sus novelas La noche de los jacintos blancos y La caja de ébano. Es autora del libro de poemas para niños La ballena colorada y de cuentos como El ogro Felipón y el elixir del ovido. Ha publicado su relato Lazzarono y Bilarda dentro de la antología Cuéntame un gol. Cuentos de fútbol y su Engueva, ilustrado magistralmente por Sebastiao Alves Langa, fue finalista en el primer concurso de relatos “Inmigración, emigración e interculturalidad”.

Nieves se atreve con todo. Tan es así que ahora, junto con otros nueve autores, y bajo el título Magerit. Relatos de una ciudad futura ha publicado con la editorial Verbum su relato titulado Proyecto Homo Clausus.

¿Qué ha supuesto para ti escribir un relato de ciencia ficción?

Al principio fue un reto porque no es un tema que me atraiga especialmente; por eso cuando lo propusieron me dije, ¿y yo qué cuento? Luego te pones a pensar en esta sociedad en que vivimos, invadida por la tecnología y con unos cambios tan rápidos que no nos da tiempo a asumir, y tienes la sensación de que estamos en la antesala de una revolución profunda en todos los órdenes de la vida. Y entonces, si cavilas un poco sobre lo que ya asoma en el horizonte, se te pueden ocurrir varios temas para un relato.

¿Cuál es el tema de “El Proyecto Homo Clausus”?

En el “El proyecto Homo Clausus” han pasado 120 años y han desaparecido la Lectura y la Escritura tal y como la conocemos ahora porque, cuando se quiere escribir, se dicta y, cuando se quiere leer, se escucha; estos nuevos hábitos contribuyen a que el dominio de estas disciplinas, salvo para las élites intelectuales, sea rudimentario. Se lee muy poca Literatura y, desde luego, la Escritura Manual casi no existe. Al mismo tiempo, la humanidad sufre de incomunicación y soledad patológicas a causa del refugio excesivo en los dispositivos tecnológicos. Los suicidios y los problemas emocionales han aumentado un 80 %.

Un terapeuta de Tokio, el doctor Kawavata, y otro de Magerit, el doctor Calder, sostienen la teoría de que ambos problemas están relacionados y diseñan El Proyecto Homo Clausus que incluye unas terapias adecuadas para resolver los dos conflictos.

¿Qué es lo que más te atrae de la ciencia ficción?

Quizá lo que más me atrae es que se puede especular mucho. Figúrate la cantidad de películas y novelas que se han filmado y escrito sobre el tema. En realidad el futuro es una incógnita y, por lo tanto, no tienes cortapisas a la hora de inventar, el campo es muy amplio y abarca todos los órdenes de la existencia. Tiene también el atractivo añadido de saber que grandes retos imposibles se han hecho realidad con el tiempo, como por ejemplo algunas novelas de Julio Verne o algunos aspectos de Un mundo feliz de Aldous Huxley, como por ejemplo los niños probeta y la clonación.

H. G. Wells en La máquina del tiempo viaja a un futuro lejano y encuentra una sociedad en decadencia en la que no hay escritura. No sabemos si será premonitorio. Tal vez unos personajes de la talla de Kawavata y Calder lo resuelvan antes y no se llegue a ese extremo. Es broma.

¿Crees que los avances científicos y tecnológicos que la ciencia ficción nos adelanta, muchos de los cuales son ya una realidad, traerán felicidad a los seres que habitamos el planeta? ¿Crees posible un futuro mundo feliz?

El avance de la ciencia nos permite vivir más tiempo y combatir enfermedades que antes eran mortales, pero, ¡ojo!, solo en el primer mundo.

En lo que es la esencia de la persona hemos evolucionado muy poco, desde mi punto de vista. A lo largo de la historia, una constante en el género humano es el afán por atesorar riquezas y poder, aunque para ello haya que explotar a otras personas. Para mí el problema más grave es la trágica distribución de la riqueza en la que se han polarizado dos extremos, el de la máxima riqueza y el de la máxima pobreza, como si se fuera perfilando una élite política y económica que dominará el mundo con pocos escrúpulos y a la que no le interesa resolver el problema del hambre ni el de las guerras ni tantos otros de extrema gravedad. De lo que hablan los poderosos, en realidad, es de los riesgos de la economía global en relación con su riqueza y su poder. Y no hay que olvidar que la pobreza está directamente relacionada con el bienestar de los países desarrollados.

Entonces, volviendo a la pregunta, no soy optimista. Si tenemos en cuenta las películas de ciencia ficción nos encontramos con que en la mayoría de ellas el mundo es feísimo, más violento, dictatorial y peor que ahora.

¿Qué opinas de El cuento de la criada, serie futurista que se ha emitido en TV basada en una novela de Margaret Atwood?

La leí en su día y no me gustó. Me produjo una opresión tremenda. Se suprimen los derechos de las mujeres y se las somete a un control férreo. La escritora hace posible esta barbaridad porque une el poder político con el poder religioso. Hay una frase de Simone de Beauvoir que circula por las redes en la que advierte a las mujeres de que no dejen de estar atentas porque basta un cambio en la política, la religión o la economía para que se pierdan los derechos adquiridos. Creo que tiene razón. En lo que se refiere a las mujeres… no sé, siempre tengo la sensación de que estamos en la cuerda floja.

¿Sueles leer novelas o cuentos de ciencia ficción. ¿Nos podrías recomendar alguna lectura?

Leo muy poca ciencia ficción. Pero el año pasado leí Rendición de Ray Loriga que fue Premio Alfaguara de novela 2017.

Ray Loriga nos cuenta que ha habido una guerra y todo el mundo tiene que dejar su casa y marcharse a vivir a una ciudad transparente por completo. No hay ninguna intimidad y, aunque están expuestos a las miradas de los demás, a nadie le importa. Como si fuera un Gran Hermano llevado al extremo. Se trata también de un régimen dictatorial, de una manipulación colectiva. Los traidores están colgados a la entrada de la ciudad, como una advertencia. Considero que está muy bien escrita con un lenguaje preciso y depurado.

En El Proyecto Homo Clausus volvemos a encontrar esa prosa tuya tan especial donde la ficción se enlaza con la realidad de una manera tan natural y cercana. ¿Piensas que es tu mayor signo de identidad mezclar el mundo real y el imaginario?

La ficción siempre está llena de realidades, creo que no hay una línea divisoria entre realidad y fantasía, ambas se complementan. Y, como sabes, en algunos casos pretendo hacer pasar por verdadero lo que es imaginario, inaudito e imposible; es un juego, inherente a la escritura, que me gusta mucho. En cuanto a este relato, en concreto, he intentado humanizarlo introduciendo una amistad verdadera, un punto de maldad y sentimientos amorosos. Con ello persigo dos objetivos: enriquecer la historia y hacerla más creíble.

¿Tienes más experiencia dentro del género de la ciencia ficción?

Tengo otro relato El cuadro de Tomás G. Bonardó en el que el mundo está dominado por robots. Nada más.

¿Qué otro género literario supone un nuevo reto para ti?

Todos son un reto, pero nunca he escrito teatro. Y dentro de la narrativa, la novela negra me impone. Me gustaría escribir una que fuera terrible y emotiva a la vez, que incluyera algún estudio psicológico de una mente criminal: infancia, carácter, predisposición genética, ambiente familiar y social, etc. Indagar en las razones por las que un asesino siente inclinación al crimen.

En tu relato el doctor Calder se despide con un haiku

Lluvia de primavera:

¡pobre de aquel

que nada escribe!

Imagino que estás totalmente de acuerdo con él. 

Tú que eres experta en haikus sabes que los dos que aparecen en el relato no me los he inventado yo sino que son de Matsuo Baso. Y sí estoy completamente de acuerdo.

Nieves Sevilla Nohales es autora de las novelas La noche de los Jacintos Blancos y La caja de ébano. Ha escrito relatos en distintas antologías, entre ellas 2056, Anno Domini; Cuéntame un gol, cuentos de fútbol y Magerit, relatos de una ciudad futura. También es autora de libros infantiles y juveniles y miembro de la asociación Primaduroverales.

Alicia Gallego González es miembro de la asociación Primaduroverales y coautora del libro 2056, Anno Domini.

Por PDV

4 comentarios en «Entrevista a Nieves Sevilla Nohales.»

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