Por José Sainz de la Maza

Cuando me propusieron entrevistar a Mercedes Lázaro y a Blanca Armenteros acepté de inmediato y tengo que decir, además, que personalmente me alegré mucho de que se me ofreciera esta oportunidad. Ambas, junto con Carmen Soteres y Lourdes Chorro, son coautoras de la antología de relatos que cuenta con el sugestivo título de Sobremesas manchadas de café y tinta, prologada por Yolanda López Muñoz. Y me alegré mucho porque recuerdo con especial cariño los años que coincidimos los tres en el taller literario de Primaduroverales: siempre en una buhardilla, siempre en jueves por la tarde, Mercedes con su nervio ágil, tan presente en todo lo que hace que estoy convencido de que además de proporcionarle un carácter despierto, le ha impedido acumular un solo gramo de grasa y Blanca con ese nervio profundo suyo del que se alimenta su diálogo reflexivo y su obstinada coherencia; el mensaje directo de una y la ironía de la otra. Dos mujeres con nervio, excelentes críticas y mucho mejor escritoras de lo que ellas mismas están dispuestas a admitir. Aunque sobre esto último seguramente tengan que cambiar de opinión, porque cuando se lean sus relatos serán (seremos) muchos los que les digamos que esto de escribir se les da magníficamente bien.

Pero no nos entretengamos más. Os invito a conocer un poco mejor a nuestras autoras, una pregunta y dos respuestas, bonito juego.

1.- Además de ser cinco mujeres inteligentes y de haber formado parte del guiso del que se habla en el prólogo, ¿qué más tienen en común Carmen, Lourdes, Yolanda, Blanca y Mercedes?

MERCEDES LÁZARO. La literatura es el hilo conductor de nuestra relación donde hay bifurcaciones donde compartir asuntos personales y que siguen cimentando nuestra amistad.

BLANCA ARMENTEROS. Nada más lejos de mi intención corregirte Jose, pero ¿la palabra mujer no lleva implícito el adjetivo inteligente? En mi caso basta con mujer, ya sabes que la fama de “podadora” me precede.

Con respecto a la pregunta, señalar que las cinco tenemos en común algo que resulta imprescindible, saber aceptar las diferencias que nos separan, y que son más de las pudieran parecer a simple vista.

2.- El prólogo de Sobremesas manchadas de café y tinta escrito por Yolanda es casi un relato más (yo lo leí al principio). Ahí se dice cómo llegasteis a la creación literaria, mi pregunta es, ¿cómo os habéis mantenido desde entonces en esto de escribir?

M. L. Cada una ha tenido su manera, la mía ha sido a través de un par de incursiones a algún taller sin demasiada importancia. Sin duda la decisión de este proyecto hizo que mis ganas de escribir crecieran, la motivación era fuerte.

B. A. El proceso creativo supone para mí un reto, me lo habrás oído comentar en más de una ocasión, un esfuerzo que no siempre se ve reflejado sobre el papel. El motivo principal puede ser el intento que pongo porque mis personajes se alejen en lo posible de lo que soy. Me involucré en este libro por afecto, es un proyecto de amistad.

En todo caso reconozco que me gusta más escribir que pintar, practicar deporte o coser, actividades que aún sin haber realizado, desestimo; los prejuicios me persiguen y la falta de tiempo, también.

Por cierto, va muy contigo lo de leer el prólogo al principio, hay costumbres conservadoras que no tienen por qué ser malas, además a un buen yerno todo se le perdona.

3.- Un libro cae en vuestras manos como premio de un concurso literario. Pero, claro está, nosotros no creemos en las casualidades. Así que ¿qué tiene Jenny Offill y qué tiene Departamento de especulaciones?

M. L. Sí, un libro que cae en nuestras manos y coincidimos en resaltar la manera particular de expresar una mujer temas que nos tocan a todas. Nos pareció, en su momento, que sería un buen arranque para hacer un libro, sin más.

B. A. Siento decepcionarte pero fue Jenny Offill, como pudo ser Catherine Lace, Peter Handke o Maggie O´Farrell. La novela nos gustó y la utilizamos como pretexto. Publicar en común era nuestro deseo y Departamento de especulaciones nos ofreció el nexo que uniría los relatos. Suena a teoría conspiratoria y algo de eso hubo, ya que se fraguó con poca luz y frente a un café, no hubo tabaco pero si complicidad, lo dicho, un complot en toda regla.

4.- Cinco autoras, dieciséis relatos y un prólogo. ¿Cómo se coordina todo eso para que salga un libro coherente?

M. L. Jose, yo sí creo en las casualidades, también en las causalidades y así llegamos a los efectos: estos relatos diversos como somos nosotras.

B. A. El proyecto surgió poco a poco. Utilizando un símil de mi cuento Mapamundi, diré que primero se hilvanaron ideas y cuando tuvimos claro el diseño del patrón, cada una buscó el mejor tejido para confeccionarlo. Nos hicimos propuestas hasta un segundo antes de la presentación, aún hoy se me ocurre alguna sugerencia que aportar pero ya de nada sirve, ¡menos mal!

5- El plan era hacer dos relatos con frases del libro seleccionadas por el grupo y otros dos que incluyesen otras frases libremente elegidas por cada una de vosotras. ¿Qué os cautivó de vuestras frases?

M. L. Simplemente dejando fluir, los pasos se van dando de manera natural. Cada una va aportando según le parece y se consensúa, acercamos posturas, hablamos, cedemos, y desde la mirada puesta en lo importante, en mi caso publicar con ellas, hacer el camino lo más cómodo posible.

B. A. El material para elegir era amplio y hubo coincidencias al señalar algunas frases, pero a la hora de escoger, una vez más, apareció la diversidad. Seleccioné las mías porque me resultaron sugerentes, irónicas y divertidas, como ves, en este caso los adjetivos importan.

Deseaba tratar dos temas, el proceso de creación, ya que ocupa una parte importante en el libro, y la amistad, ésta desde un punto de vista diferente, sin edulcorar. ¡Cómo huir del desamor!, le reservé en su variedad de pareja y trío para las frases impuestas en el complot.

6.- De vuestros cuatro relatos, cada una de vosotras habéis empleado en dos ocasiones la primera persona. Eso dice algo de vuestros objetivos y de vuestros personajes. Pues eso, ¿qué objetivos y qué personajes habéis buscado?

M. L. Sólo puedo repetirte lo que comenté en la presentación. Mi objetivo era buscar un narrador diferente en cada cuento y por supuesto, también tenía que estar la primera persona. Los personajes se fueron presentando sin buscarlos, llegaron, me pareció interesante qué querían contar y cada uno expuso lo que tenía que decir. Ellos, me fueron atrapando con sus relatos.

B. A. Me encuentro cómoda en la primera persona, da la impresión que aproxima los dos polos, autor y lector. La exigencia del primero obliga al segundo a implicarse más, construyendo un camino de ida y vuelta de complicidad entre ambos. La pretensión al escribir La hoguera y El final de una saga, fue precisamente acercarme al posible lector, espero haberlo conseguido.

En la tercera persona me siento menos ágil, casi encorsetada. Resulta un desafío mover a los personajes y crear el ambiente que busco, pero para ser honesta con el lector la utilizo en Mapamundi y La última cena. El objetivo, sufrir, Jose, sufrir. No podría ser de otra forma.

7.-¿Qué es lo que más le gusta a Mercedes de los cuentos de Blanca y qué destacaría Blanca de los relatos de Mercedes?

M. L. Conozco los relatos de Blanca, la reconozco en su forma de escribir. En la inteligente y fina ironía. Su manera meticulosa de decir, siempre hay algo debajo de lo que lees, hay que buscarlo y eso enriquece a cualquier lector. Me encanta esa manera concisa, precisa y sin ramas con que me muestra el bosque, siempre, profundo

B. A. La respuesta irá en detrimento de mi reputación, inevitable que aflore mi lado primaveral, sólo espero que María Isabel no piense que detrás de mis palabras existe la intención de usurpar su presidencia.

De Mercedes destacaría su valentía. Ha buscado retarse en cada uno de sus cuentos, se ha comprometido consigo misma y su fortaleza ha hecho posible que no se traicionara. Jose, si estas palabras salen de aquí, te mato, sabes que soy una experta en ese campo.

8.- ¿Es la primera vez que editáis? ¿Cómo os sentís?

M. L. No es la primera vez, aunque sí con una involucración mayor, debido a que éramos un grupo pequeño y hemos decidido, aportado más. Sobre todo, lo diferencia que somos amigas. Como imaginarás bien, me siento genial después de haber conseguido nuestro propósito. La verdad es que me ha llevado a pensar en que todo es posible, algo que siempre he creído, si uno se esfuerza, sin prisa pero sin pausa

B. A. Tampoco es la primera vez que veo mi nombre impreso en una antología, pero ésta es especial por la implicación que ha exigido, salvo editar, todo ha corrido a nuestro cargo, incluida la idea para la portada.

Ha supuesto un desafío leer, corregir, aunar criterios y tomar decisiones, pero me gustan los retos, el compromiso y en especial la amistad a pesar de la servidumbre que conlleva, nunca somos libres en nuestras relaciones cuando el otro nos importa.

9.- ¿Tenéis algún otro proyecto conjunto aparte de seguir comiendo un miércoles al mes?

M. L. A nivel literario conjunto, sólo disfrutar de esto, saborearlo todavía en nuestras comidas. Ponernos en común, y seguir subiendo peldaños, aunque ahora mismo no sepa hacia qué rellano me dirijo.

B. A. Ahora toca reposar, la intensidad que nos ha perseguido estos meses, lo requiere. Las sobremesas en común continuarán una vez al mes, pero lo que surgirá de ellas es hoy por hoy una incógnita, aunque en el grupo hay más de una entusiasta. Por si cabe alguna duda, no he levantado la mano.

10.- Para acabar, ¿cómo preferís las sobremesas con tinta o con café?

M. L. ¿Tengo que elegir entre papá y mamá? La verdad, Jose, es que según el día así te contestaría, pero confío en no tener que renunciar al café ni a la tinta y si además se puede agregar algún elemento más…será siempre bienvenido. ¿Qué tal una oncita de chocolate? De cacao, eso sí y por supuesto puro, que deje huella, incluso manche.

B. A. No son excluyentes, me gusta tanto el café como la tinta y creo que combinan bien, aunque eso deberán decidirlo quienes nos lean.

Esto es todo, queridos lectores, Mercedes y Blanca en estado puro, aunque no tanto como en sus relatos, no tanto como en Sobremesas manchadas de café y tinta. Cuatro relatos de cada una de ellas, ocho entre las dos, dieciséis relatos en total si sumamos los de Carmen y Lourdes. Sobremesas manchadas de café y tinta, un libro de relatos que he leído como sumo gusto, que muestra la energía narrativa de unas mujeres apasionadas por la literatura. Un texto noble, inspirado nada más y nada menos que en el compromiso de escribir bien y de no dejar a nadie indiferente que se puede adquirir en Librería Mujeres y cía y en la librería Embajadores de sueños de la calle Embajadores, 181.

José Sainz de la Maza es miembro de la asociación Primaduroverales. Ha resultado ganador de varios certámenes literarios, entre ellos el V certamen literario Villa de Cabra del Santo Cristo y el IV certamen de relato Navidad Solidaria, organizado por la biblioteca de Castilla La Mancha. Es coautor de los libros Madrid Sky (Uno editorial), 2056, Anno Domini, Incómodos (editorial Relee), Error 404 (editorial Relee) y Arritmías (editorial Relee).

Por PDV

7 comentarios en «Entrevista a Blanca Armenteros y Mercedes Lázaro.»
  1. Extraordinaria entrevista. Aún no he podido leer Sobremesas manchadas de café y tinta, pero tango muchas más ganas después de leer esta magnífica entrevista.

  2. Excelente entrevista, enhorabuena. He tenido el placer de leer el libro y me ha sorprendido encontrar unos relatos escritos con tan alto nivel literario y buen gusto. Puedo deciros que ha sido una experiencia muy agradable descubrir cómo éstos me dejaban con ganas de seguir leyendo a estas extraordinarias escritoras a las que deseo todo tipo de éxitos.

  3. Enhorabuena por conseguir esta entrevista pata negra, Jose. Dos mujeres superinteresantes (aunque esto sea una redundancia)

  4. Se puede leer, y no hace falta que sea entre líneas, que los tres tenéis una personalidad extraordinaria. Exquisita entrevista. Enhorabuena a los tres… pues, como se suele decir aplicado a otro ámbito, «dos no pelean si uno no quiere»; por lo tanto, una entrevista no es tan espléndida como esta si todos los involucrados no se esmeran lo suficiente. Un abrazo y muchos éxitos.

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