Por: Carlos Cerdán

La tarde prometía, cuatro textos para degustar. Este curso vamos lanzados, que no decaiga. Para abrir boca empezamos con “Pan Casero” de José Sainz de la Maza un cuidado y profundo relato de los que nos tiene acostumbrados José. El protagonista, un joven de veinte años, que ayuda a su padre a amasar pan, espera el momento oportuno para preguntarle por un hecho acaecido muchos años atrás. Las dudas y tribulaciones del joven se amasan con la delicadeza en el relato igual que se amasa el pan. Con brillantes metáforas nos dejó un buen sabor de boca.

“Preparar la masa, llevarla a su punto óptimo es, de entre todas, la labor preferida de Alberto. Mezclar el agua y la harina y con paciencia y el humilde trabajo de las manos conseguir la elasticidad exacta. Ese es el secreto del pan, una masa bien elaborada.”

Sin tregua, continuamos con la historia de Luis Marín ¿Regresarás?” narrado en segunda persona. Una historia bien contada, donde el personaje, de un cuento de  Luis Fernando Jiménez, se encuentra hospitalizado a causa de una paliza  y nos va relatando sus peripecias. Pero el ejercicio del narrador en segunda persona es tan arriesgado como el del funambulista y en cualquier momento puedes deslizarte y caer a la tercera persona (ya nos ha pasado a algunos) aunque Luis lo tiene fácil para redondear su relato. Ánimo.

“Se levanta tu párpado como si fuera una persiana que te permite observar dos caras que mueven los labios. Hablan, pero tú no oyes nada. Intentas decirles que los ves, que es lo primero que ves desde quién sabe cuánto tiempo.”

Y llega el turno de Luis Fernando Jiménez con su relato “Amputado”, el protagonista de un cuento de Juan Santos, en esta historia lleva una doble vida. Por la mañana trabaja en una fábrica de tornillos enfundado en un mono azul corporativo y por la noche, en un ejercicio de transformismo, cambia el mono por un traje de cola y se hace llamar “Antoñita Molina”. A algunos nos recordó a Paco España uno de los precursores de este arte allá por los últimos años del franquismo.   

“Los domingos, una bata de cola de color rosa  con lunares amarillos le acercaban al niño prodigio que podía haber sido. Era la vedette principal de un cabaret legendario, venido a menos.”

Terminamos la interesante tarde con la historia de Juan Santos “El ultimátum” su personaje viene de un cuento de Luis Marín y narra, con la frescura habitual de Juan, las vicisitudes de Luisa, una mujer que ha decido dejar a su marido y marcharse con un vendedor ambulante de zapatos. Aunque está dispuesta a darle una última oportunidad y volver con él (Juan nos confesó que le daba pena el pobre marido).

“Hoy es día de mercadillo. Segundo viernes que Luisa vuelve a su pueblo tras abandonar a su marido para irse con el vendedor de calzado. Igual que la semana pasada, no se atreve a salir de la furgoneta. Sabe que la han criticado con dureza y teme que la humillen sus propias vecinas.”

Y como niñ@s con zapatos nuevos terminamos otra clase siendo un poco más sabios porque cada jueves aprendemos algo aunque, a veces, se nos olvida.

Por PDV

5 comentarios en «Empezamos con pan y nos fuimos con zapatos nuevos»
  1. Me encanta ir descubriendo cómo los personase se transforman y crecen, o más bien enriquecen. Muy contenta de cómo va la marcha. Estas crónicas lo corroboran. Gracias, esta vez, a Carlos.

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