En el taller de creación literaria de la asociación Primaduroverales estamos escribiendo el diario de un confinamiento. Cada día publicamos una página de este diario junto a un viaje musical. Los diarios serán nuestra ocupación hasta que podamos volver a reunirnos en nuestra clase de cada jueves para hablar de literatura y reanudar el taller. Esperamos, lector, que nuestros textos y nuestra música te acompañen. ¡Cuídate!
Diario de un confinamiento
Tos proscrita
Por Luis Fernando Jiménez
A consecuencia de la partida de cartas de anoche con la familia, me toca a mí bajar a hacer la compra semanal. Siguiendo las recomendaciones, voy al supermercado más cercano, lo cual me permite ver desde la terraza las colas que se organizan para entrar. La cola de hoy, calculo, me va a permitir leer al menos los dos primeros diarios que han llegado esta mañana al blog.
El de Carlos y su sugerente y peculiar familia. El de Paco con otra entrega de las desventuras de Clodoviro. En este punto, debo confesaros que en estas circunstancias que estamos viviendo me sigue costando mucho tanto escribir como leer y son vuestros diarios los que siembran este descampado.
Pertrechado, sin guantes ni mascarilla (pues no tengo), pero con un móvil lleno de diarios y mi abnegado y fiel carrito de la compra me incorporo a la fila india en la posición número 27 aprox.
Me pongo con el diario de Carlos y algo me interrumpe. En la posición 26 una chica grita a través del móvil a alguien que se llama “Jo tía”. La señora de la posición 28 nos recrimina a ambos (nº26 y 27) absortos en el móvil, que no es necesario dejar 10 metros de distancia. Desde la terraza del portal número 73, 4ºA la señora Virtudes, saluda a la señora Maruja, que está en la posición número 17, y le encarga también a gritos que le traiga un besugo de la pescadería, y si fueran pequeños le traiga dos.
La señora Maruja que ha salido de casa sin su sonotone, no se entera, y estuve a punto de intervenir, pero estoy acabando ya el diario de Carlos y me tiene atrapado. En la terraza que está encima de nuestras cabezas, se asoma una niña y se pone a aplaudir como si fueran las 8 de la tarde (pobre). Llevamos tiempo sin avanzar y me pongo ahora con el diario de Paco, ¡Aquí me gustaría ver a Clodoviro! Cuando voy por la mitad del diario, unas toses descongestivas alarman la espera. El señor de la posición número 13, recriminado por las posiciones 12 y 14, intenta explicar que es fumador, y que tiene tos crónica. No convence a nadie, pero como tampoco lleva mascarilla las distancias se agrandan y nos hace recular a todos.
La fila india ya empezaba a descontrolarse. Desde la terraza contigua a la niña que aplaude, unos adolescentes aburridos, se suman a la fiesta y se ponen a toser compulsivamente a ritmo de la canción del “aserejé”, les siguen desde otras terrazas otros gamberros que les hacen los coros. La situación se resuelve con una estampida digna del Serengueti en temporada de migración del ñu. Carros de la compra abandonados en plena calle, zapatos y mascarillas siembran las aceras.
A todo esto, el fumador de la posición 13 y yo, estamos a golpe de tos los primeros a la puerta del supermercado. Tengo que dejar a Paco y sus pelusas a medias. Dado que el fumador no cesa de toser y además sin mascarilla le invitan a no entrar y acepta resignado, lo cual me pone en primera posición, y única, pues no queda nadie tras de mí en la fila. El vigilante de la puerta al verme allí solo me mira con desconfianza, aunque hace un gesto para que entre. Cuando ya tengo un pie dentro del super, me viene a la memoria, el diario de Manuel y su revolución vecinal, y se me ocurre que esta aventura puede acabar en un diario. Mi temor de olvidar los detalles y ante el asombro del vigilante, reculo, y me vuelvo a casa.
Así lo he vivido y así os lo cuento en este diario. Otra historia bien distinta fue lo que ocurrió cuando llegue a casa, y mi chica, comprobó que había vuelto con el carrito de la compra vacío.
Luis Fernando Jiménez cursó estudios de Derecho y Filosofía en la Universidad autónoma de Madrid (1979-1985). Ha vivido muchos años en el extranjero, entre Bruselas y Amsterdam, dando clases en academias, sobre todo para hijos de emigrantes. Siempre tuvo interés por la escritura y a su vuelta a España, en Madrid, un taller de creación literario con Álvaro Pombo como profesor le animó definitivamente a adentrarse en el mundo de la creación literaria.
Selección de la música: Alicia Gallego.
Patti Smith Group: Because the nigth.
Tómame ahora cariño, aquí, como estoy,
empújame hacia ti, inténtalo y comprende
que el deseo es hambre, es el fuego que respiro.
El amor es un banquete sobre el que nos alimentamos.
Una cola divertida. No volviste de vacío. No sólo de pan vive el hombre. Trajiste una sabrosa página de diario para alimento de nuestra mente.
Muy divertido Fer. Siempre buscando el toque original y jocoso. Gracias
No te voy a decir que soy un lector empedernido pero si me gusta la lectura y me gusta mucho como describes la situación, haces que el lector se meta en el escenario de la historia. Enhorabuena
Hay que ver adónde nos puede llevar el salir a la compra, ah, y con los diarios pendientes pues eso…
Muy bien, Fer. Me alegro de que te hayas integrado tan bien en el grupo. Sigue así, sin miedo, con ánimo y buen hacer.
Un relato lleno de calidad y buen humor. Se agradece . Enhorabuena
Genial diario, hay imágenes que has conseguido que no se me borrarán de la memoria. ¡Genial trabajo! ¡Felicidades!