En el taller de creación literaria de la asociación Primaduroverales estamos escribiendo el diario de un confinamiento. Cada día publicamos una página de este diario junto a un viaje musical. Los diarios serán nuestra ocupación hasta que podamos volver a reunirnos en nuestra clase de cada jueves para hablar de literatura y reanudar el taller. Esperamos, lector, que nuestros textos y nuestra música te acompañen. ¡Cuídate!
Diario de un confinamiento
Cuerpo esférico
Por Juanjo Valle-Inclán Bustamante
Ya no sé cuántos días llevo encerrado, dejé de contarlos. Lo cierto es que para mí el encierro me está sirviendo para tener más contacto con los amigos que antes. Llevamos ya unas cuantas e-quedadas con sus respectivas e-cervezas, e-cubatas y e-pinchitos. También estoy volviéndome un maestro de la cocina. ¡Qué de recetas! Rico, rico. La compra me la traen, trabajo desde casa…
En fin, que todo muy bonito y melancólico pero la verdad es que estoy muy preocupado. El centro de mi preocupación está en la forma esférica que ha ido tomando mi cuerpo con el paso de los días. Al principio fueron unos gramos de más, después un kilo, luego dos, tres, cuatro… Ahora me pongo de perfil y ya no quepo en el espejo de cuerpo entero que tengo en la habitación. He tenido que poner tres sillas junto a la cama para no salirme. No puedo vestirme con mi ropa de antes del confinamiento, ahora solo me valen los pantalones del disfraz del carnaval de 2015. Pantalón a rayas alternando el color azul claro con el blanco. ¡Qué fiesta más divertida! Mi señora esposa, de Astérix, y yo, de Obélix.
He dejado de disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida, el nocturno baño relajante, por miedo a quedarme encajado en la bañera, por no decir que apenas quepo por la puerta de la mampara. Tengo que mear sentado, y con dificultades, no voy a entrar en detalles.
Mi preocupación me llevó, hace unos días, a comenzar una dieta estricta y a hacer ejercicio. Pero no sirve, mi cuerpo sigue inflándose y tengo la sensación de que, en breve, estaré flotando por la habitación como un globo.
Tengo tanta hambre que sueño con cocido de todos los tipos, madrileño, maragato, montañés… Así que pensé: Va a ser eso lo que me hace seguir engordando. Por eso ayer, antes de meterme en la cama y de colocar las tres sillas, decidí guardar dieta también en mis sueños y hacer ejercicio, correr libremente por Madrid Río como hacía antes. Pero me he despertado con una pesadilla. Me detenían por salir de casa sin un certificado de la empresa que dijera que me habilitaba a ir a correr para adelgazar. Me he despertado entre sudores, me he incorporado con dificultad y he ido a pesarme. Al subirme a la báscula ha sonado un ruido muy raro, como a muelles que se sueltan de golpe. No he podido ver lo que marcaba porque la tripa me lo ha impedido, ni siquiera usando el truco de bajarme deprisa. Así que he decidido llamar a mi madre. Ella sabrá lo que hacer. Las madres lo saben todo. ¡Ah!, y cuando esto acabe le llevaré la báscula a mi padre que, con unos alicates y un destornillador de estrella, lo arregla todo.
Besos gordos.
Juanjo Valle-Inclán (Madrid, 1968) es licenciado en Sociología y máster en Dirección de Recursos Humanos. Por su profesión se ha dedicado con vocación al desarrollo de personas, lo que combina extraordinariamente con su pasión por la lectura y la escritura. Es autor de numerosos artículos de carácter profesional y coautor de cinco libros de relatos. RRelatos Humanos, Incómodos Antología de Relatos, Arritmias. Antología de relatos de amor y música, Magerit y RRetratos HHumanos. Es un miembro muy activo de asociaciones como EJE&CON, DCH y AEDRH.
Selección de la música: Carlos Cerdán.
Julio Bustamente: Cargo de mí.
Habrá que tender un puente al otro lado
antes de que el río vaya helado,
antes de que se apaguen los últimos rayos,
no vaya a ser que me quede aislado.
Estupendo tono del relato y, sobre todo, MARAVILLOSO FINAL. 👏🏼👏🏼👏🏼
Un pelín exagerado pero muy divertido. Enhorabuena Juanjo. Necesitamos más de estos.
Por Dios, Juanjo, mira a ver si tu padre, con unos alicates y un destornillador, y aunque sea con unas tenacillas, puede arreglar un poco este desastre, o al menos ponerle un parchecito momentáneo mientras se buscan soluciones. Anda, díselo.Besos
Muy bien Juanjo. Lo malo es que no es ficción jaja
Muy bien Juanjo, la pena es que no es ficción jaja
Juanjo. Te tienes que poner a dieta cuanto antes.
Muy entretenido, Juanjo. Enhorabuena. ¿Y qué tendrán las madres que, aunque tengamos hijos y nietos, acudimos a ellas en un apuro?
Enhorabuena.