Por: Ignacio Soto

Ayer tuvimos una tarde repleta de debates y emociones.

Empezamos analizando el magnífico relato de Pablo Frías, un ejercicio titulado “El año de las luces (y las sombras)”, que se configura como un homenaje a todos los personajes e historias que han formado parte del ejercicio dedicado a la crónica periodística. Con un estilo ágil y dinámico, Pablo transita por todos y cada uno de los escenarios plasmados en las crónicas sobre el suceso acaecido en Madrid tras la explosión de un edificio en la calle de Toledo. Un texto cuya riqueza se tradujo en un debate sobre la diferencia entre reportaje y crónica que sirvió para plasmar la esencia misma de esta técnica literaria apreciando matices como el de apreciar o focalizar una acción, un acontecimiento o unos personajes.

José Sainz de la Maza, nos deleitó con otro capítulo de su novela, titulado “Los cócteles de Lis”. Las vicisitudes de los dos protagonistas, Logan y Eva, en el Pub Pickwick, vuelven a envolvernos, con un estilo ameno  depurado en el ambiente y en los sentimientos de los personajes. Con un ritmo acorde y muy ajustado, José sigue desentrañando una historia que capitulo a capitulo nos hace querer saber más, en realidad, saberlo todo.

En esta ocasión el capitulo contiene además un elemento que fue objeto de mucho debate y discusión constructiva. El sueño de Logan. Siguiendo un tema recurrente en la literatura, el mundo onírico del que nos hablo Machado con ese niño que soñaba con un caballo de cartón, o el gran Calderón preguntándose si la vida es sueño, el protagonista de la historia de José se sumerge en un sueño, del que emana a su vez otro, imágenes irreales, o reales pero que pertenecen a la mente interior del personaje y que nos sirvieron para profundizar en la forma de plasmar las ensoñaciones de un personaje, cómo y cuándo empieza a soñar, cómo se sumerge en el sueño y como sale de él.

Por un momento se asoman a su mente sus sueños recurrentes. Un grupo de personas está en lugar cerrado, iluminado por la luz artificial. Alguien a quien nombran “Helga” monta imágenes con tan increíble perfección que nada delata que no sean reales. El ángulo de los brazos es el exacto para el movimiento que ha inventando, el arco de los pies, el giro de la cabeza, la posición de los ojos, todo parece auténtico. En un momento del sueño, un joven de pelo rizado muestra a esa Helga, en una proyección en holo, un vídeo de ella misma, que comienza introduciendo su mano por la falda de otra mujer que también está presente, la llaman Petra.”

Difícil decisión”, es el título epistolar con el que Paco Plaza nos trasporta a una época no tan lejana, muy presente todavía en la mente de quienes hemos conocido y odio historias y hechos acaecidos durante la Guerra Civil española. Con un lenguaje y un estilo que te trasportan a los duros años de la guerra, Paco nos pone ante el espejo de tener que tomar una decisión que puede suponer la diferencia entre vivir y morir. Una decisión que ninguno de los protagonistas quiere tomar, pero que todos saben que es inevitable. Las cartas destilan ternura, humor, esperanza y deseo oculto de que todo pase y llegue a buen término, siendo conscientes como son del peligro en el que están envueltos.

Sobrecoge pensar además, que las cartas están basadas en hechos reales, lo cual le dota al ejercicio de una patena extra de verosimilitud, que afortunadamente tuvo un final feliz, con lo que termínanos el taller con magnifico sabor de boca, después de vivir un sueño hecho realidad.

Ignacio Soto   26 de febrero de 2021

Por PDV

9 comentarios en «Crónicas, reportajes, novelas y cartas.»
  1. Excelente crónica, Ignacio, y eso que parecías dubitativo… A la vista del resultado, bienvenidas sean tus dudas y más aún los relatos y crónicas que de ellas se deriven. ¡Enhorabuena!

  2. Bueno, Ignacio, tal como iba el nivel de las crónicas, había que ser un valiente para estrenarse por aquí. Pero escribir es de valientes, y esta es una buenísima muestra.
    Y ahora que caigo, tanto darle vueltas a las crónicas periodísticas… Si para cronistas, los del taller. No sé cómo nos hemos enredado tanto y hemos dado tumbos. Pasan unas cosas…

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