Por: Alicia Gallego

Ayer, en nuestro segundo día de taller, nos dimos cuenta de que ya estábamos inmersos en la tarea de escribir, pues varios de nuestros compañeros, compartieron con todos nosotros sus primeros cuentos, unos buscando un “Alter ego”, otros con ganas de arreglar el mundo.

Este curso comienza así, con el propósito de buscar dentro de nosotros, de nuestra imaginación o de la de otros, motivos por los que no decaer, que puedan mejorar nuestro entorno y… ¿por qué no?, seamos ambiciosos, este mundo tan raro que nos rodea, en el que a veces nos encontramos con el ánimo inestable, pero siempre luchadores. Con esta actitud se han incorporado al taller Susana, Pablo e Ignacio. Nuestra más calurosa bienvenida a los tres.

Comenzamos la lectura de relatos con el cuento de Manuel Pozo titulado “Rambo”, cuyo tema basado en los trastornos mentales es tratado por nuestro compañero con gran delicadeza y ternura, sin por ello restar ni un ápice del dolor que esta enfermedad causa en los enfermos y en los que los rodean. Guiado por sus ojos hemos entrado en el hospital y hemos visto esa red del hueco de la escalera como una tela de araña en la que quedan enredados los pensamientos, las ilusiones, la memoria. Hemos echado en falta un poco más de acción y protagonismo de Rambo y un remate del cuento más contundente, pero hemos estado de acuerdo en la calidad de lo escrito.

No acabo de acostumbrarme a estas visitas al hospital. El ascensor sólo llega hasta la planta anterior, el último piso hay que subirlo a pie. Al mirar por el hueco de la escalera se ven tres redes trenzadas con una malla ancha, colocadas a distintas alturas, una en la cuarta planta, otra en la sexta, y otra en la séptima, y se tiene la certeza de que alguna vez han detenido el vuelo de algún desdichado

Se estrenó Pablo Frías con un cuento de los que se van a encuadrar bajo el epígrafe “Alter Ego”. Aunque nos pareció que desde el inicio se ve muy clara esa comunión entre los dos protagonistas y muy predecible el desenlace, coincidimos en que el alter ego está muy bien resuelto, el narrador muy bien logrado y muy bien llevado también el doble tiempo narrativo que se alterna perfectamente utilizando los dos tiempos en pasado. Le sugerimos la idea de utilizar el tiempo más reciente en presente. El giro final nos parece que redondea muy bien el relato.

Todo fueron elogios para mi nuevo amigo. De hecho la demostración definitiva de su aprobación me la brindó la despedida de mi primo Carlos, alma mater del grupo, que tenía a gala irse siempre el último de cualquier sarao: “Juan es un monstruo, si cierras los ojos es como escucharte a ti, y si los abres, el tío encima es guapete”. El jodío Carlos, siempre tan ingenioso. Sandra, mi mujer se rio, y yo la secundé. La verdad es que lo pasamos fenomenal

Paco Plaza no sabe bajo qué epígrafe colocar su relato, es lo que ha salido, dice, y se queda tan pancho. La verdad es que nosotros tampoco supimos muy bien donde situarlo, por un lado nos parece bien que una pandemia se lleve por delante a los políticos y líderes religiosos mundiales, pero vemos que una epidemia que provoca la muerte de todo aquel que miente, llevaría a la desaparición de la humanidad. Todos mentimos, dice María, unas veces inconscientemente y otras queriendo. ¿Sería mejor un mundo sin mentiras? Susana piensa que sería un mundo más distópico. El  caso es que creemos que es una buena idea, pero que debe desarrollarla mejor, así que…¡A trabajar!

Aleteya ha dejado de tener pesadillas. Recuerda el día de su décimo cumpleaños. La gran fiesta. Al día siguiente comenzaron las noticias. Los primeros en caer fueron los políticos y los líderes religiosos, por todo el mundo. A la vez. Fulminantes. Nadie sabía  qué pasaba. Cuando el número de víctimas pasaba de los cien millones se dieron cuenta. Es la mentira. La mentira está matando gente.”

Luis Marín nos trajo otro “Alter Ego” donde en muy poco, se dice mucho. Según la opinión de Pablo, los tiempos están muy bien utilizados en situaciones muy diversas, pero la opinión general es que el cuento está un poco acelerado. Partiendo de un buen comienzo que ya existe, Luis tendrá que mostrarnos, pausadamente, esa fijación del personaje que da lugar a un desenlace que nos produce un gran desasosiego.

Todavía tardará un par de horas en abandonar el camerino. El papel de Quasimodo es muy exigente. Dos horas antes de la función se somete a la sesión de maquillaje con todo el equipo, para pasar otras dos horas deshaciendo el personaje, en la soledad de ese cuarto pequeño cuando acaba el espectáculo”.

Ignacio Soto se presentó con un cuento titulado “Castillos en el aire”, cuyo protagonista se enfrenta a la adversidad buscando en su interior sus raíces, sus pasiones y sus recuerdos. De este modo regresa a su infancia y se refugia en su castillo, donde encuentra protección, tranquilidad y el valor que necesita. Recorriendo el adarve, el patio de armas, la torre del homenaje, las almenas, vamos conociendo al personaje junto al que levantamos el puente levadizo para encontrarnos seguros. Todo lo malo queda fuera, aunque el enemigo, ese virus que todo lo trastoca, siempre está al acecho. Un cuento magnífico con un giro magistral como final.

Ya estaba preparado. Podía dar por concluido su ansiado trabajo porque el maldito enemigo minúsculo estaba retrocediendo y la vida que conocía volvía de nuevo a surgir, poco a poco, lentamente, con cierto miedo y preocupación, como cuando sales de un largo asedio dentro de un castillo y baja el puente levadizo y te asomas de nuevo al mundo. Y entonces sí, sacó su cámara y se hizo una foto junto al Exin Castillo que había construido en los largos días de confinamiento”.

Esto fue, resumido, lo que dio de sí el primer día de lectura de relatos. Lo pasamos muy bien y nos dimos cuenta del enorme potencial de nuestros nuevos fichajes, estamos seguros de que su llegada, sin duda, va a reforzar y enriquecer éste grupo.

Permitidme, compañeros, terminar esta crónica con unos versos de Benedetti que espero nos empujen a enfrentar estos tiempos tan chungos en los que nos hallamos inmersos. ¡Salud y coraje a todos!

DEFENDER LA ALEGRIA

Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

Defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias

y los graves diagnósticos

Defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardíacos

de las endemias y de las academias

Defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres

Defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa

Defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar

Y también de la alegría

Alicia Gallego

16 de Octubre de 2020

Por PDV

6 comentarios en «Alter ego y otras historias»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *