Fermín Caballero Bojart es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Ha cursado el Máster en Comunicación y Periodismo Deportivo (CEU-San Pablo) y ha formado parte de cursos literarios en Talleres Fuentetaja y en el curso de creación literaria de la asociación PrimaDUROverales. Escribe desde 1986, año en que participó en su colegio en la fundación de la revista El Desván y se publicaron sus primeros textos. Ha colaborado en El Mundo Deportes, Diario Sport (La Bolsa del Corredor), Urtekaria Revue, El Cotidiano, Culturamas y Fundación Ciudad de Sigüenza, entre otros.

fermincaballeroEs coautor en diversas antologías de relatos: Relata 2×1, Cuéntame un gol. Cuentos de fútbol (editorial Verbum) y Anno Domini 2056 (taller de creación literaria Primaduroverales, 2018). Por otro lado también ha participado en antologías solidarias: Cachitos de Amor (Edit. ACEN) y en Historias de Malasaña (Edit. Bala Perdida, 2021).

El sábado 28 de mayo presentará su primer libro en solitario, el libro Acrofobia y otros relatos (Ed. Diversidad Literaria, 2021). Le acompañará en la presentación Manuel Pozo Gómez, miembro de la asociación Primaduroverales.

¿Cómo has llegado a este punto de tu trayectoria como escritor?

En 2021 me invitaron a participar en Historias de Malasaña y revisando el archivador de mis relatos acumulados de años atrás, comprobé que seguían funcionando los personajes y sus historias. Eran fruto de una trayectoria de ejercicios en talleres literarios, de mucha lectura y relectura, de experiencias periodísticas. Me pareció un reencuentro magnífico y que no debían volver al archivador. Todos se mantuvieron en su esencia, salvo Tres caimanes y Boca del infierno, en los que introduje la variante del coronavirus, porque no quería dejar pasar esta histórica pandemia.

El libro que acabas de publicar se titula Acrofobia y otros relatos. Unos de los relatos se titula Acrofobia. Lo primero que tengo que preguntarte es qué es la acrofobia y si hay algo de autobiográfico en estos relatos. ¿Padeces acrofobia y se la has transmitido a tus personajes?

Tengo pánico a las alturas (acrofobia). De niño vivíamos en un noveno, con una terraza en el salón hasta la que llegaba en línea recta esprintando desde la cocina. Nadie detenía mis saltos, ni dormido. Y de ahí nace Sonámbulo, un ejercicio de relato con un narrador de mirada infantil. Casi todos tienen una pizca de experiencias vividas, como La fisgona que nace de las vivencias de dos caminos de Santiago en bicicleta.

¿Hablando de fobias? ¿Cómo resuelves la fobia al folio en blanco?

Con lecturas y relecturas, buscando nuevas ideas, documentándome, tomando apuntes, repasando lecciones de literatura, intentando escribir siempre a mano, aunque sea la lista de la compra. Y en bloqueos largos reposando, alejándome de la escritura hacia la lectura. Hay que escuchar al cerebro y a veces viene bien un reposo para volver con fuerza.

¿Qué te aportó el paso por PrimaDUROverales?

Es un taller interesante por su variedad de voces. Es un taller interactivo, donde se escucha, se lee en voz alta y se aprende de la crítica literaria constructiva. Se abren todos los poros para mejorar disfrutando de las propuestas literarias.

¿Te consideras duro o primaveral?

En Acrofobia y otros relatos hay más de lo segundo que de lo primero. Creo que la parte blanda, templa y suaviza, y me parece un equilibrio a historias donde los personajes pasan por penurias, por vidas infelices como las de Petruska, Avelina o tía Celes. Salvo el descanso que da la muerte a los vivos que rodean a un muerto insoportable en vida (Boca del infierno), la tristeza  no me parecía un final feliz para personajes que han pasado por una cornada (Niebla de colores), un maltrato (La esclava) o una infidelidad amorosa (Balada triste de Avelina). Una excepción es Tres caimanes, donde el trapecista Dino Dimitrova, al final se enfrenta de nuevo a la soledad tras perder a todos sus seres queridos.

¿Volveremos a verte en el aula? Ya sabes que escribir y leer para los demás es una terapia.

Ahora, el tiempo libre que me deja el trabajo es casi siempre matinal. Pero si pudiera asistir a un taller, sin duda, sería PrimaDUROverales.

Hablemos de tus relatos. En casi todos hay un componente fantástico. Me han recordado el Realismo Mágico, que quiere hacer parecer lo irreal como algo cotidiano. ¿Es en este estilo donde te gusta moverte cuando escribes?

Es una forma de disfrutar de la escritura dándole ese toque de realismo, quizás influido por lecturas de juventud. Sobre todos destaca, en ese aspecto, el relato Acrofobia, donde también he intentado acercarme a un relato de aprendizaje al narrar la evolución de un adolescente en formación y cuya evolución a lo largo de la historia le lleva a redescubrir sus orígenes familiares, algo que marca de por vida. La atmósfera creada en torno al personaje y que sucedan cosas extrañas en su vida, a veces inexplicables, creo que le ha infundido fuerza a la narración.

El relato Acrofobia, que da título al libro, está ambientado en Sigüenza. ¿Por qué?

Es una ciudad que me ha marcado desde niño a la que llegué, desde Madrid, en 1977. Me tuve que adaptar a sus inviernos y al colegio, un internado de régimen abierto a externos residentes en Sigüenza, en el que fui alumno externo durante ocho años y cursé COU como interno. El relato Acrofobia sucede durante el curso 81-82 y es cierto que aquellas impresiones que tuve de niño y que no me resolvió la adolescencia, tras aquella mudanza que lo cambió todo, dejan su impronta en el relato Acrofobia, de ahí su peso y que dé título a la antología.

¿Qué esperas de la presentación del sábado 28 en Madrid?

Despertar el 29 con un sueño cumplido, compartido con todos los lectores. Un encuentro esperado con la literatura, que se convierta en un buen recuerdo.

¿Por dónde esperas continuar en el mundo de la literatura?

Espero dedicar más tiempo a escribir novela. Espero seguir escribiendo la novela que tengo entre manos, rascando horas de donde se pueda y sin dejar de lado la relectura, mejor de clásicos que de contemporáneos, pero siempre leyendo y escribiendo.  

Giro d'Italia 2015

Sé que el ciclismo es una de tus pasiones. Uno de los relatos se titula Maglia rosa, maglia negra y está ambientado en el Giro de Italia. ¿De dónde viene tu afición al ciclismo?

De las historias que me contaba mi padre cada día. Trabajó de soldador en un taller propiedad de un hermano del ciclista Víctor Ruíz (seleccionado por España para el Tour de Francia de 1951), donde le dejaban a mi padre bicicletas de ciclistas de la época (Gual, Morata, hermanos Rodríguez Barros, Raúl Motos) para soldar y reparar sus cuadros. Historias del taller que llevaba a casa, sobre todo de Bahamontes y Gaul, de Bartali y Coppi. Las sobremesas se tornaron en debates sobre el mejor. En casa destacaba siempre Fausto Coppi, para mi padre el mejor de todos los tiempos, pero se hablaba de Merckx y Van Looy, de Anquetil y Poulidor, o de Bobet y Geminiani y mediamos las proezas de los grandes mitos con una infalible vara de medir: la grandeza de sus rivales. Aprendí tanto de sus carreras y hazañas que me decanté por Luis Ocaña, pero al final me ahogué en la orilla con su biografía. En Maglia nera, maglia rosa hay mucha documentación detrás, un homenaje a la mítica etapa del Giro del 49 Cuneo-Pinerolo, donde el comunista Coppi tomó definitivamente el relevo al católico Bartali. Luego correrían juntos el Tour de Francia de ese mismo año 1949, primero en pasar por España, pacificando ciclísticamente a las dos italias. Coppi logró en 1949 el primer doblete Giro-Tour de la historia.

¿Lo del periodismo deportivo ya está olvidado?

Sí, fue una etapa muy bonita. Ahora solo quiero volcar mis fuerzas en la literatura. En escritura, como en las grandes vueltas ciclistas por etapas, también hay etapa reina y esa fue la mía. Colaborar en medios como El Mundo, en la sección de deportes, no está al alcance de cualquiera. Pero hay que acabar a su debido tiempo cada etapa para llegar hasta el final; terminar algún día con las metas propuestas será un logro.

¿Con qué escritor te gustaría tomarte un café y pasar un rato charlando? Da igual la época en la que este haya vivido.

Con Lope de Vega.

Por último, recomiéndanos una novela y un relato.

Del amor y otros demonios (García Márquez) y La mortaja (Delibes).  

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Por PDV

2 comentarios en «Acrofobia y otros relatos. Fermín Caballero Bojart»
  1. Me ha gustado mucho la entrevista, una buena forma de conocer al autor más en profundidad. Enhorabuena. Y felicidades al autor con mis mejores deseos para el futuro de su libro.

  2. Guardo un buen recuerdo de Fermín. Esta magnífica entrevista de Manuel me ha servido para conocerlo mucho mejor. No podré asistir a la presentación de su libro, pero me haré de un ejemplar, cuando pueda. Presiento unos relatos muy buenos que no me quisiera perder.

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