Nos llega la noticia de que la JMD ha comunicado a los profesores de la Escuela de Adultos de Arganzuela, ubicada en la Casa del Reloj, el cierre de la misma tras 36 años de funcionamiento. La noticia del cierre de una escuela, de cualquier escuela, es muy triste. En este caso la Escuela de Adultos ha desarrollado una tarea imprescindible entre las personas mayores del distrito, que han asistido y seguían asistiendo por vía telemática a su gran variedad de cursos. Esperemos que la situación no sea irreversible y la JMD opte por mantener en funcionamiento una escuela para mayores que realiza una labor social de gran valor en nuestro distrito. Desde nuestra asociación manifestamos nuestro apoyo a la Escuela de Adultos de Arganzuela y sus alumnos, y nuestro deseo de que pueda seguir manteniendo su actividad como hasta ahora.
Es increíble que cierren algo que hace tanto bien a los vecinos. ¿A quién beneficia este cierre?
Una noticia muy triste, que espero que produzca quejas con el único propósito de que quede solo en eso, una proposición de cierre no cumplida. Son muy necesarias estas escuelas, por lo que enseñan, por lo que ayudan a los ciudadanos que necesitan tener actividades y relacionarse y porque dejar un ayuntamiento sin escuelas y sin centros culturales, bajo mi punto de vista, es como dejar a un niño sin escolarizar y sin posibilidad de «crecer». Todos somos niños…
Gracias compañeros de tecla. Esperemos que vuestros deseos se cumplan y sigamos disfrutando de la
De escritura.
Es una decisión MISERABLE porque a quien más afecta es a los más vulnerables, los mayores de nuestro barrio.
Si no rectifican les daremos BATALLA.
Desde luego no hay derecho a cancelar algo tan beneficioso para el barrio, uno de los más grandes de Madrid, tal como parece lo que menos importa aquí es la cultura. No sé quién se beneficia de que los vecinos sean cada vez más ignorantes, ¿lo sabe alguien? El pueblo cuanto más burro se le conduce mejor, ¿No? Pronto nos pondrán el cebo delante de nuestras narices sí nos dejamos. Habrá que luchar para exigir el derecho a ser educado libremente y no borregamente, como parece.
El cierre de una escuela es una aberración. Y una de adultos también. Esta escuela no solo fomenta la cultura y el aprendizaje entre las personas mayores, sino que es esencial para su bienestar emocional y cognitivo.
Solo son ventajas. De nada sirve luego hablar de programas contra la soledad no deseada, etc. si se cierra lo que ya funciona y además muy bien.
El Ayuntamiento de Madrid debe recapacitar.
Me parece una verguenza que el ayuntamiento de Almeida y Villacis se dedique a mermar todos los recursos destinados al cuidado y desarrollo de los ciudadanos tanto fisico como emocional (reducción de los proyectos de Madrid Salud, reducción de los medios destinados a los CAD, cierre de escuelas de mayores, etc.). Para quien están gobernando Madrid?
No sé qué puede tener de beneficioso cerrar una escuela de adultos. Es un error tremendo.
Este cierre beneficia a quien lo hace (porque es menor gasto) y nos perjudica a todos los demás, vecinos y usuarios.
“¿Es eso saqueo? No, esto es el mercado, amigo», lo dijo Rodrigo Rato. Y para el ayuntamiento todo es mercado: la cultura, la educación, la sanidad, los servicios sociales, el transporte, …. Es lo que hace el sistema capitalista cuando de lo que se trata es de hacer propaganda sin pagar impuestos. Y en el mercado se paga todo, ver venir ….
Qué puede ser mas, deseable que unos adultos que tengan y mantengan inquietudes culturales, de
estudio, de conocimiento y que den ejemplo a los jóvenes ? Ojalá a nuestros politicos al menos les quede la facultad de rectificar.
Habrá que recordarles que están para servir a los ciudadanos y no para servirse de ellos
Cuidar la cultura no sólo es un derecho, es una gran obligación. Cuidar a los mayores no es un opción es una necesidad. Cultura y mayores se unen en este intento de expolio. Nos encontrarán siempre enfrente. Ánimo compañeros de la escuela de mayores nos tenéis a vuestro lado.
La escuela de adultos es muy importante para mucha gente. Los mayores encuentran ahí un refugio, un lugar donde pasar el rato con amigos dedicando su tiempo a seguir vivos. No hay nada mejor que la cultura para llenar tantos momentos de soledad, de ansias de seguir aprendiendo, de ratitos de buena compañía. El bajar impuestos trae consecuencias y siempre son los más vulnerables los que terminan pagando. Hay que seguir luchando. No queda otra.
Resulta espeluznante ver que políticos elegidos por los ciudadanos recortan en formación o en cultura cuando, precisamente, para convivir en armonía son imprescindibles la cultura y el conocimiento, sobre todo, y para avanzar como sociedad ambas son esenciales. Al cerrar estas Escuelas de Formación cercenan los sueños de mucha gente, sus posibilidades de socializar, de dar rienda suelta a sus aspiraciones modestas, de saber más.
Cuando las administraciones que deben proteger a los ciudadanos y sus derechos se dedican a atropellarlos, no queda más remedio que la movilización social. Apoyemos ésta con fuerza y determinación hasta que se corrija semejante desacierto.
Dicho esto, cabría preguntarse por qué hace pocos días que esas políticas partidarias de adelgazar las iniciativas públicas hasta la escualidez han recibido un apoyo tan mayoritario en las urnas.
Ánimo, amigos.
Cerrar escuelas es un desprecio a lo que nos convierte en ciudadanos.
Quienes cierran escuelas en lugar de abrir y expandir conocimiento para enriquecer lo humano, solo merecen desprecio.
Es un atropello sin justificación alguna. La escuela de adultos es mucho más que una escuela, es un lugar de reunión y comunicación para muchas personas que viven solas, un aliciente, un estímulo para aprender y mantener su mente y su vida social activa. Una actividad llena de idealismo y generosidad en donde yo misma he pasado momentos estupendos y dónde se me ha dado la oportunidad gratuita de seguir aprendiendo cada día. Vamos a luchar para que esté atropello no se lleve a cabo.
¡Qué impotencia siento! Organizaciones que funcionan y atraen a un número importante de personas, que necesitan un presupuesto muy bajo, que dan sentido y vida a los barrios, que intervienen en el bienestar de las personas y facilitan la relación entre vecinos…
No lo puedo entender. ¿Por qué molesta algo tan inofensivo?